“El hoy líder del catolicismo mundial iba recurrentemente a la cancha y era habitual que fuera al vestuario a saludar a los jugadores”, cuenta El Clarín.
Sin embargo, el equipo de Almagro no llevaba un buen registro en el torneo por lo que él decía: “Si iba siempre y no le ganaban a nadie, ¿para qué iba a entrar de nuevo?”.
Para su mala fortuna, en la construcción de una muy buena anécdota, cuando Jorge Bergoglio se posesionó en el Vaticano tuvo un fugaz encuentro con el entonces presidente del equipo, Fernando Miele, quien le preguntó: “¿Viste quién es el papa? No sabés quién es el papa, es Bergoglio, el que echaste vos del vestuario”.
“Una cosa increíble. Eché al papa del vestuario de San Lorenzo” recordó Basile en una entrevista con la televisión pública de Argentina.