21-09-2014
, 21:20:33
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#5 |
Denunciante Leyenda
| Respuesta: Las jóvenes nos cuentan sus experiencias sexuales Confirmó mi decisión de posponer la universidad y emprender una carrera como modelo, probó que alguna gen¬te que me había desaconsejado hacerlo estaba equivocada. Es algo que te hace sentir bien y segura de ti misma. Quiero ir a Francia para trabajar como modelo de lencería.
Hay lugares en que los hombres pueden ser realmente persuasivos, incluso delante de sus novias. Al menos ésta fue mi experiencia. No sé si a las chicas les gusta necesariamente eso, pero parece como si estuvieran acostumbradas a ello y lo aceptaran como tal. En una ocasión practiqué realmente el sexo en un restaurante con un hombre con el que había estado coqueteando. Me siguió hasta el baño. Empezamos a besarnos y me empujó contra la pared y me alzó la falda y me bajó las bragas y me metió la verga. Mientras tanto, su novia no estaba muy lejos de allí, sentada en su mesa en el comedor a muy poca distancia. Me jodió con su increíblemente dura vergas hasta que terminamos ambos.
Cuando volvimos al comedor no pude evitar el sonreírle. Podía sentir la pegajosidad entre mis piernas, y tuve la sensación de que todo el mundo podría oler el sexo en mí. Pero si lo hicieron nadie dijo nada. Tan sólo digo que nada así me ocurrió cerca a casa.
Tuve una experiencia con un hombre que me metió la mano por debajo de la falda en el metro. íbamos apretados como sardinas, y sentí una mano que se deslizaba por deba¬jo de mi falda. Intenté mantener los muslos apretados entre sí para impedirle hacer lo que deseaba. Pero la forma en que sentí sus dedos acariciarme me excitaron pese a mí misma. Estoy segura de que hubiera reaccionado de una forma distinta. Metió los dedos dentro de mi ropa interior y se puso a frotarme el clítoris, y metió un par de dedos dentro de mí, y empecé a venirme sobre su mano.
Cuando el metro se vació en la siguiente estación, le vi en el andén, sonriéndome y oliéndose los dedos. Era malo a todos los niveles el que me gustara, pero no pude evitarlo. A veces simplemente tienes que darles permiso a tus sentimientos. En realidad, debo confesar que ésa es una de las historias en las que pienso a menudo cuando me masturbo.
íMi vida es totalmente distinta gracias a ello, en el buen sentido!
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