Imperdonable. Es comprensible que queramos levantarnos de la mesa y clamemos por una màs que justa venganza. Esto ya ni siquiera da para pedir justicia; solo la sangre y el dolor de ellos nos calmarìan.

Pero ya pensando con sangre fria: no son estas acciones las que llevan a la guerra, es la guerra la que facilita estas acciones. Siempre habrà desadaptados psicopatas, pero en un paìs en paz son simples excepciones y no la norma como acà. Claro, entiendo que buscar la paz no garantiza que la logremos y ni siquiera que en el eventual caso de firmarla, estos hechos desaparezcan para siempre. Pero con seguridad serìan cada vez menos hasta llegar a ser simples lejanos recuerdos.

Tremenda encrucijada en la que nos ponen estos hptas guerrilleros: o vengamos a nuestros padres (a lo que tenemos todo el derecho) o buscamos formulas para darle un futuro a nuestros hijos. Ambos caminos validos, ambos entendibles y humanos, pero solo uno lleva a un mejor mañana.