Ayer estuve en el santafe, pase temprano a eso de las cuatro y como siempre atunez súper lleno y con muchas viejas buenas, vi entre esas que volvió vanesa la ecuatoriana y como se internacionalizo el negocio también habia una vieja buena que se hacia llamar Pamela y es de Venezuela, pelo negro largo y con tatuajes, adentro la vieja estaba cobrando 65 por el rato. Después de ver un rato el casting, salí a hacer un recorrido por los otros sitios, a las cinco pasadas en fiebre solo habían viejas normalitas, ninguna operada, lo mismo en troya, lo que me sorprendió después de salir de este ultimo a eso de las seis de la tarde es que muchas de las viejas buenas y operadas que vi en atunez ahora estaban de cellejeras, entre esas me encontré a Pamela la venezolana ubicada por la 16, podría decirse que por detrás de fiebre, la aborde y ahí afuera estaba cobrando 45, noventa me dejo la media hora. Y aunque la vieja tiene un cuerpazo, la actitud si es de cero, me hizo como 30 segundo un oral, después se monto encima menos de un minuto, se acostó y dijo que le hiciera hasta que me viniera, cerro los ojos y abrió las piernas, no hacia mas, claro eso me desanimo, le hacia y no me venia, después se puso en cuatro y lo mismo. La vieja es poco conversadora y expresiva. Después de un rato de hacerle tocaron la puerta y la vieja se quito, yo no le alegue nada, ella se vistió y salio, lo ultimo que dijo fue que la disculpara porque estaba cansada . En definitiva un pésimo servicio. Yo no suelo subir con estas viejas así de buenas a primeras sin primero haber conversado un rato y haberla analizado, pero esta vez caí solo por el acento. Lo único bueno fue la habitación, grande y buen amueblada, televisor como de 50 pulgadas con porno, cama amplia y suave, sofá y una especie de silla en forma de S tumbada.