Vamos por partes:

Nuestra tendencia a la amnesia tiende a mostrar un mal presente como el peor de la historia y si uno hurga en la memoria encuentra alcaldes que en su momento causaron ardorosas polémicas, como Juan Martín Caicedo Ferrer, por la "mermelada" que distribuía a los concejales, llegando incluso a ser privado de su libertad, o Diego Pardo Koppel quien debió renunciar por el llamado caso de la "maleta de Fonseca" en la que se le descubrieron vínculos con Gilberto Rodríguez Orejuela,

Lo negativo de Petro se resalta pero no se le reconoce sus políticas de inclusión social o la reducción de la pobreza o su política ambiental, o la reducción de homicidios. Y respecto a la satanización de la izquierda, se olvida que en otros sitios cuando ha gobernado ha conseguido excelentes calificaciones como es el caso de Antonio Navarro Wolf, cuando fue gobernador de Nariño y alcalde de Pasto.

Respecto a si alguien es elegido por un partido de izquierda debe considerársele de izquierda olvida el ABC de la política que son las coaliciones. Y tenemos un ejemplo cercano. Juan Manuel Santos fue reelegido con votos de izquierda. ¿Debe considerársele de izquierda? El uribismo así lo señala, pero la cordura dice otra cosa.

Respecto a la elección de Samuel Moreno como candidato a la alcaldía de Bogotá hay que recordar que se hizo por votación popular. Su rival era María Emma Mejía. Pero en las urnas los bogotanos lo eligieron en la consulta y los directivos del Polo (no sé si de huevones o porque se habían comprometido a ello) respetaron esta decisión.