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Antiguo 30-07-2014 , 21:56:49   #100
PEDROELGRANDE
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TskTsk Emoticon Respuesta: VERGONZOSO: Israel ataca en Gaza sin piedad: decenas de muertos, incluidos niños(Q horror

Nada de lo expuesto por los compañeros foristas se aleja de las realidades que se han venido decantando en sus móviles geopolíticos hasta acá.

Se ha advertido que los fundamentalismos religiosos, cualquiera de los que entran en juego en el Medio Oriente, sin olvidar el que menos creeríamos como blanco de señalamientos, a decir del cristiano, (Recuerden que el señor Bush, califico su "guerra contra el terrorismo" en Irak y luego en Afganistán como "una cruzada") son el germen de la confrontación entre Oriente y Occidente. De la lid de los fundamentalismos saca partido el neoliberalismo global direccionado desde las metrópolis que ejercen la hegemonía del gran capital, el cual en su esencia ya no respeta ningún credo.

Se señalan las acciones y amenazas fundamentalistas del islam como terroristas y descabelladas , pero se oculta intencionalmente el que los fundamentalismos judío y cristiano se funden para llevar a cabo acciones terroristas de genocidio y persecución étnica contra los árabes.

Quien provoca primero, tira la piedra, y esconde la mano. Asustan al mundo con la posibilidad de una guerra contra Israel, pero soslayan las acciones constantes y premeditadas para acorralar al pueblo palestino de tal forma, que se niega su derecho a existir no sólo como estado, sino como nación, pues en los bombardeos indiscriminados contra blancos civiles, presentes e intermitentes, está a la orden del día la intención de exterminar a los palestinos.

El peligro mayor de este juego siniestro patrocinado por las potencias occidentales en su alianza intervencionista del Medio Oriente usando como puntal y escudo a los hebreos, está en la provocación de un holocausto sin pesedentes, mayor que cualquier otro jamás visto; y este holocausto que puede llegar a ser cierto no será a causa de los fundamentalismos religiosos sino del fundamentalismo depredador que codicia el petróleo de los árabes. No es ni más ni menos que el involucramiento nuclear de las potencias en juego para dirimir las diferencias geopolíticas de manera directa. Entonces, toda la humanidad, el planeta entero, caería bajo la amenaza del exterminio, no ya de una que otra étnia, sino de la especie humana, como tal. Paradoja autocumplida con base en las mitologías del juicio final.

¿San George W. Bush?
POR ANTONIO CABALLERO

Al beatificar a unos cuantos "caídos por Dios y por España", el papa Juan Pablo II está volviendo a tomar partido por los militares franquistas


(¿San George W. Bush?.
El papa Juan Pablo II condenO esta guerra de Irak. El hecho llamó mucho la atención, pues probablemente se trata de la primera guerra que ha condenado un Papa. No desde sus mismos orígenes (al contrario: hubo tres siglos de expansión pacífica de la doctrina de amor de Jesucristo), pero sí desde su alianza con el poder político en tiempos del emperador Constantino, la Iglesia de Roma ha sido una institución inclinada a la violencia: diecisiete siglos bendiciendo guerras. Fue precisamente un Papa de hace mil años, Urbano II, el que acuñó la justificación que ahora utiliza el presidente Bush para su guerra universal contra el terrorismo, de la cual la destrucción de Irak es sólo un episodio: "A un lado, los enemigos de Dios. Al otro, sus amigos". Al grito de "Dios lo quiere" el papa Urbano desató esa primera embestida del Occidente cristiano contra el resto del mundo que luego iba a llamarse la Primera Cruzada: el modelo de todas las demás. El presidente Bush ha dicho que ésta es otra. Luego retiró la palabra, pues le dijeron que traía malos recuerdos en los países del Islam, y se transó por la definición de lucha "entre el bien y el mal". Pero como Cruzada del Occidente cristiano la siguen entendiendo sus víctimas: los afganos machacados, los iraquíes conquistados, y los que esperan su turno: sirios, iraníes, etc. Así la entienden también los aliados de Bush. Por eso un católico practicante como Federico Trillo, miembro del Opus Dei y ministro de Defensa del gobierno español, descartó la asombrosa condena del Papa a la guerra diciendo que en este caso la admonición del Pontífice "no es vinculante" para los católicos. Se puede estar con la guerra y con Bush, que será protestante y lo que quieran, y esa cosa fanática que en los Estados Unidos se llama "cristiano renacido" (new-born christian), pero es, sin duda, "amigo de Dios". Intimo. También el propio Papa olvidó pronto sus veleidades pacifistas. No volvió a mencionar la guerra de Irak, y en cambio viajó a la España aliada de Bush para proceder a la beatificación de unos cuantos nuevos beatos, curas y monjas españoles. Este Papa ha beatificado y canonizado a tantos beatos y santos como todos sus predecesores sumados; y todos, sin excepción, han sido curas y monjas: ni un seglar. Aunque, según se ha anunciado, está a punto de hacer una excepción a su propia regla para la canonización de Isabel Primera de Castilla, cuyo proceso está muy avanzado: esa reina guerrera que conquistó los restos de la España musulmana, ejecutó o expulsó del país a los moros y a los judíos, organizó la Inquisición para castigar a los sospechosos de seguir siéndolo y ordenó la evangelización forzosa de la recién descubierta América; esa reina de Cruzada que, por todos esos señalados servicios a la Iglesia, mereció ser llamada Isabel la Católica. En el caso de las más recientes beatificaciones algunos de los escogidos, además de ser curas, eran mártires. Mártires de la guerra civil española de 1936. Y todos ellos de un mismo bando, el de los franquistas. Pues aunque también hubo curas -especialmente en Cataluña y el País Vasco- que durante esa guerra permanecieron en el bando leal a la República y fueron asesinados o fusilados luego por los vencedores, por lo visto en opinión del Papa ninguno de ellos tenía madera de mártir. No murieron por la fe, sino por la justicia, que es distinto. Es más: estaban del lado de los "enemigos de Dios" porque, en su momento, los obispos españoles proclamaron "Cruzada" la guerra de Franco, con la aprobación, o al menos el silencio, de los papas Pío XI y Pío XII. Al beatificar a unos cuantos "caídos por Dios y por España" y no mencionar siquiera a las víctimas del otro bando de aquella guerra civil el papa Juan Pablo II está, tácitamente, volviendo a tomar partido por los militares sublevados de entonces: el alzamiento de Franco sigue siendo una Cruzada. Y con ello el Papa está borrando con el codo lo que escribió con la mano al condenar la guerra contra Irak; y mostrando que -como lo dio a entender el ministro de Defensa del Opus- esa condena había sido sólo un mero lapso de distracción senil en una historia milenaria de bendición de armas. Falta la canonización de Franco. Ha sido propuesta, sí, pero está atascada en Roma. Tiene el defecto, claro, de que fue laico. Pero si en el cada vez más hinchado santoral cabe la reina llamada "la Católica", también hay sitio sin duda para el general que se llamó "Caudillo de España por la gracia de Dios". Y, ya en eso, cabe también el presidente Bush, que con ellos comparte no sólo el espíritu de Cruzada sino el hecho de haber llegado al poder de manera irregular: la una usurpó la corona de su sobrina Juana, heredera legítima; el otro se alzó en armas contra el gobierno legal; el tercero hizo fraude en las elecciones. Bush es además, como el dictador y como la reina, "amigo de Dios" en el sentido papal de la palabra. ¿San Bush? Sí, ¿por qué no? Ya lo hemos visto de casco de combate, como su tocayo San Jorge, alanceando a un dragón.

Las cruzadas de George W. Bush

Las cruzadas de la Edad Media se encuentran entre las páginas más oscuras de la historia humana. No se puede decir nada positivo de ellas. Nada excepto que te llames George W. Bush. Por supuesto, el presidente de EEUU realmente sabe muy poco de la verdadera historia de las cruzadas, en general sabe muy poco de historia, como de otras cosas.

Estamos en la primera década del siglo XXI. En muchos sentidos es un período muy excitante de la historia humana. La ciencia y la tecnología han avanzado hasta unos límites insospechados. Muchos de los avances más importantes se han conseguido en EEUU. Pero hay otros aspectos de la conciencia humana que están por detrás del avance de las fuerzas productivas, la ciencia y la técnica.

En EEUU la mayor parte de la población cree en Dios y en el demonio. Millones están convencidos de que el primer Libro del Génesis -y el resto de la Biblia- es literalmente cierto. Piden que en las escuelas de EEUU a los niños se les enseñe que Dios creó el mundo en seis días y que la primera mujer fue creada a partir de la costilla de Adán. Al primer estadounidense que rodeó la Tierra en una nave espacial le pidieron que diera un mensaje a la población mundial, y de toda la literatura que hay en el mundo eligió el Primer Libro del Génesis.

Esta contradicción entre los avances colosales de la ciencia y el atraso extremo de la conciencia humana es una contradicción dialéctica. En ninguna otra parte esta contradicción es más obvia que en la mentalidad de la extrema derecha republicana que ahora está en la Casa Blanca. Si pudiéramos abrir la cabeza de Bush y mirar cómo funciona su cerebro, veríamos toda la basura acumulada, los prejuicios y las supersticiones de los últimos mil años.

La mentalidad de estas damas y caballeros que están al frente del país más poderoso y avanzado del mundo, no difiere en lo fundamental de la psicología primitiva de la Edad Media. Están empapados de religión, en su forma más cruda y primitiva. Hablan sobre el mundo en unos términos que perfectamente podrían haber utilizado los cruzados: el "eje del Mal" y otras cosas por el estilo. Presentan todos los rasgos psicológicos de fanáticos religiosos como Osama bin Laden o el mulá Omar. La única diferencia es que creen que están en lo correcto mientras que aquellos que tienen ideas contrarias están equivocados (bin Laden piensa igual).

Los fanáticos religiosos siempre son personas potencialmente peligrosas, especialmente cuando tienen en sus manos armas. Y George W. Bush es el que más armas tiene. En Iraq ha asesinado a muchas personas, hombres, mujeres y niños, en una guerra injusta e innecesaria. En estas actividades ha tenido el apoyo entusiasta de otros fanáticos religiosos, Tony Blair.

Los cruzados medievales que se bañaban en sangre hasta los tobillos lo hacían con una conciencia clara, estaban absolutamente convencidos de que hacían el trabajo para su Señor. Moralmente, no hay mucho donde elegir entre los dos, excepto que los cruzados hacían su propio trabajo sucio, mientras que Blair y Bush simplemente dan órdenes a otros.

En este caso la religión es una hoja de parra útil para ocultar el objetivo real de la guerra. Igual que el celo religioso de los cruzados era la cobertura de otros motivos más terrenales, los verdaderos objetivos aquí están disfrazados con todo tipo de consideradores hipócritas "morales" y "humanitarias".

No es verdad, como defienden algunas personas, que la guerra en Iraq es un "conflicto de culturas". Millones de personas se han opuesto activamente a la guerra, y todavía lo hacen. Estos son los aliados naturales de la población de Iraq, no sus enemigos. Por otro lado, sería una locura creer que Bush y Blair han invadido Iraq por diferencias religiosas. ¡Tienen otras cosas en mente! Los cruzados fueron a Tierra Santa con la cruz como bandera. Pero pronto se dedicaron a empresas más serias para llenarse los bolsillos, saquear ciudades, ocupar tierras y conseguir rutas comerciales. Nuestros cruzados modernos han ido a Iraq hablando de libertad, paz y democracia, pero lo primero que han hecho es poner las manos sobre el petróleo.

Desde un punto de vista moral hay poco donde elegir entre la barbarie de la Edad Media y la de nuestra época. La principal diferencia es que la fuerza destructiva de los ejércitos modernos es infinitamente mayor que la de la Edad Media. Es necesario luchar contra la barbarie, por un mundo nuevo en el cual la locura y la superstición que hemos heredado de la Edad Media quede para siempre relegada al cubo de basura de la historia. El atraso de la conciencia se superará con la marcha de los acontecimientos, estos acontecimientos tormentosos sacudirán la psicología de las masas y provocarán cambios bruscos y repentinos. Las viejas ideas y prejuicios desaparecerán. Se preparará el camino para un mundo nuevo, para una nueva forma de pensamiento y acción más adecuada para verdaderos seres humanos.

Londres, 8 de mayo de 2003. Por: Alan Woods



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Última edición por PEDROELGRANDE; 30-07-2014 a las 22:04:05
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