Michael Fuchs, subjefe de la bancada parlamentaria CDU-CSU (Unión Demócrata Cristiana y Unión Social Cristiana, inició el boicot contra el Mundial de Rusia 2018 argumentando que el país está atravesando una realidad bélica que no tiene solución a corto plazo y que por ende, debe resignar su chance de organizar la Copa del Mundo, torneo que quiere ahora organizar Alemania.
Fuchs propuso a la FIFA reconsidere darle la sede a un país como Alemania, que está preparado o si no a Italia o Francia, o hasta en conjunto, pero se lo notó muy obsesionado con quitarle la sede a Rusia es un su llamado al ente máximo.
"No puede organizarse un Mundial en un país que anexó un territorio de otro sin respetar el derecho internacional", dijo Volker Beck, líder de uno de los grupos de oposición. Además sostienen que Putin, presidente ruso, " no es un dueño de casa digno".
Sin embargo en Alemania no todos apoyan lo que propone Fuchs, y es el caso del vicecanciller y ministro de Economía alemán, Sigmar Gabriel (del Partido Socialdemócratas, SPD), quien aseguró que falta mucho, y que si Rusia no es el indicado, tampoco el gobierno alemán lo es para decidirlo.