Ver Mensaje Individual
Antiguo , 19:54:04   #1
PixelSHERLOCK Finished Por qué gana Alemania Calificación: de 5,00

Los mejores licores


Antonio Félix
Redactor de ELMUNDO en Andalucía

Decía Alcides Ghiggia: "Sólo tres personas en la historia consiguieron hacer callar Maracaná con un solo gesto, el Papa, Frank Sinatra y yo". Aquel inmenso silencio, allá por su gol en la final del Mundial 50', apenas si fue roto por el lamento íntimo, casi sofocado, de Ary Barroso en la retransmisión del partido. "¡Yo ya sabía...! ¡Yo ya sabía...!", sollozaba ante el micrófono. Barroso, compositor de sambas universal y popular comentarista deportivo, dejó transcurrir los últimos minutos del duelo y anunció que jamás volvería a narrar un partido de fútbol.

En buena medida, y a juzgar por las reacciones acumuladas estos días, gran parte de la afición brasileña, una inmensa parte de la mundial y la totalidad de los analistas deportivos -pese a que tanto se cuidaran de presagiarlo- "ya sabían, ya sabían" lo que podía ocurrirle a Brasil. Apenas hubo un error de cálculo. Se esperaba la caída, no tanto la hecatombe, acaecida en tal esplendor que aún late la cuestión de si la tragedia ante Alemania supera a la ocurrida hace 64 años en Maracaná frente a la Uruguay de Obdulio y Ghiggia.

Si probablemente tantos "ya sabían" era por la contemplación de un juego rastrero y menor, que representaba lo opuesto al imaginario de lo que Brasil ha significado para el fútbol. Entre las consecuencias del 1-7, tal vez la más importante fuera la de dinamitar ese innoble estilo. Si así pasara, Alemania le habría hecho un inmenso favor a este deporte.


Pero si probablemente tantos callaron sobre lo que "ya sabían" era porque también conocían la naturaleza inconmensurable del juego, la posibilidad de ganar de las más distintas maneras, incluidas las tramposas. Como la vida, sí. Este mismo Brasil remitía miméticamente al campeón del 94, con Dunga y Romario, y en esencia también al de 2002, con Ronaldo y un tal Luiz Felipe Scolari a los mandos. La misma Alemania ganó sus tres títulos (1954, 74 y 90) con ese boceto, el hierro sobre la seda, imponiéndose a selecciones asombrosas que, sin embargo, imperaron en la memoria del juego. La fabulosa Hungría de Puskas, Czibor y Kocsis. La Holanda de Cruyff. Fascinantes perdedores, como el Brasil del 82, la Polonia de Lato, la Austria de Sindelar, a quienes, sin embargo, aún hoy no ha conseguido derrotar el olvido.

La diferencia entre Alemania y Brasil es que uno entendió esto y el otro no. En este Mundial Brasil buscó vencer. Alemania buscó trascender.

Contrariamente a lo que se pueda pensar, Alemania nunca dejó de ganar. Lo cual otorga un mayor valor a su propuesta. De los últimos 10 Mundiales, Alemania conquistó dos y fue finalista tres veces más. En dos ocasiones se quedó en la barrera de las semifinales, 2006 y 2010. En esta última, Sudáfrica, ya había decidido su revolución. A la vista queda que no se trataba de una cuestión de resultado, sino de gusto. Para la marcial Alemania se trataba de llegar al triunfo por la estética. Una apuesta fabulosa que muchos consideraron contra natura. Hoy pocos se resisten a aplaudir el cambio.


Pase lo que pase en la final, esta Alemania quedará indeleble en la memoria del juego, en el altar incandescente del fútbol. Lo hará en un Mundial donde transitó con pereza ante adversarios inferiores, como Argelia en octavos, pero en el que volvió a alcanzar el éxtasis frente a los mejores. Ya lo hizo en Sudáfrica contra Argentina e Inglaterra, y repitió aquí con Portugal. Nada, en cualquier caso, en comparación con la excepcional obra de arte y devastación firmada sobre Brasil. Un triunfo que significa todo para el juego: la prolongación del legado de España, de quien Alemania se hizo pública deudora. La superación incluso, tal vez no en sutileza, pero sí en agilidad, de la propuesta de la Roja. Su natural evolución que contrasta con la propuesta de tantas otras selecciones sordas a la exigencia de su historia. Brasil, sobre todo, pero también Holanda y Argentina, las infames firmantes de la otra semifinal.

Argentina puede ganar en la final como Brasil pretendía hacer, de manera primitiva, militarista, con una montonera de espartanos en torno a una estrella homérica, Messi aquí, Neymar allá. Alemania, que tanto fue aquello, representa hoy otra cosa. Representa el canto general del fútbol. El domingo sólo se decidirá quién es el vencedor de un trofeo. El ganador en este Mundial está ya claro. La leyenda únicamente aguarda a un equipo, y ése es Alemania.

Comentarios Facebook

__________________
PEDROELGRANDE no está en línea   Responder Citando

compartir
                 
remocion sep Gold sep Silver sep Donar

marcaNo Calculado   #1.5
SponSor

avatar
 
Me Gusta denunciando
Estadisticas
Mensajes: 898.814
Me Gusta Recibidos: 75415
Me Gustado Dados: 62988
Fecha de Ingreso: 02 jun 2006
Reputacion
Puntos: 1574370
Ayudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen camino
emoticon Re: Por qué gana Alemania

 
Los mejores licores
 
   
   
_______________________________________________
Publicidad :)
conectado
 
Page generated in 0,05129 seconds with 12 queries