Cada vez que Valderrata habla, se me alborota la úlcera.

Es un imbécil corroncho sindicalista y cagón, que lo único que hacía eran los inertes pases laterales a los gordos de la época en la SELCOL, al estilo de los pases intrascendentes de Chavi en el Barceloca y el cuento de la posesió y el fúpbol. Nunca fue capaz de trotar, mucho menos correr. Le encantaba andar culeando con los petardos de Asprilla, Valencia y Valenciano. Mucho licor y poca disciplina.

Nunca tuvo la velocidad de James, ni el remate de James, ni el éxito de James. Es un amargo cagón idolatrado por los imbéciles Matuliebers y Bolliliebers que nunca lograron nada sustancial.

La generación de Monseñor Pekuékerman se culea de pie a la del amargo Valderrata, y le eyacula en la cara.

Si sos Matulieber, te querés matar al leer esto.