Respuesta: 'Me considero víctima de este vulgar montaje': Óscar Iván Zuluaga
El ejemplo de Chamberlain es recurrente en todos los escenarios donde se discute la paz. Se le reprocha no haber declarado la guerra a Hitler de una vez y segur ilusamente confiando en el líder nazi. La historia demostraría cuan errado estaba. Ahora bien...esa equivocación da por nula toda intención futura de paz?
Si a la historia nos remitimos, veamos no solo como iniciò la Segunda Guerra Mundial sino tambièn como lo hizo la Primera Guerra. Un escenario de alianzas multiples, Alemania-Austria-Turquia de un lado, Gran Bretaña, Francia, Rusia y Serbia del otro. Un asesinato reprobable que se hubiera podido solucionar castigando a los magnicidas detonò en una catástrofe de índole mundial. Los que abogaban por la paz en todos los países fueron superados por quienes pedían la guerra a toda costa. Hoy en dìa la historia demuestra la estupidez demencial de unos lideres egoístas que arrasaron con todo un continente sin ninguna razòn valida. Hitler tenìa que ser detenido, eso no se discute y por eso la SGM era valida; en la PGM no habìa nadie a quien detener, no habìa ningùn proyecto nacionalista ni de imperio que pusiera en peligro a las otras naciones. Solo la venganza fue el móvil.
Santos puede ser comparado con Chamberlain: por querer la paz puede estar dandole largas a un grupo criminal que no merece compasiòn.
Pero Uribe puede ser comparado con Poincarè, Guillermo II, Jorge V y el zar Nicolas II, que por querer la guerra para gloria personal arrasaron con una generaciòn entera sin motivo valido alguno.
En resumen, la historia solo sirve para hacer analogias, pero jamàs como indicador de que es lo que puede o no hacerse. Cada contexto es diferente.
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