Vehículos asociados a este servicio especial no podrán transportar pasajeros hasta nueva orden.
Solo ocho meses pudieron circular por Bogotá los vehículos registrados a la aplicación Uber, presente en 100 ciudades de 40 países. Desde el pasado fin de semana la Policía de Tránsito y Transporte realiza retenes para ubicar a los carros de este servicio, que se paga únicamente con tarjeta de crédito. Han sido inmovilizados cerca de 40.
El coronel John Rodríguez, comandante de la Policía de Tránsito y Transporte de Bogotá, le explicó a ELTIEMPO.COM que la semana pasada recibió una orden de la Secretaría Distrital de Movilidad para interceptar este tipo de carreras, bajar a los pasajeros y proceder a la inmovilización de los carros, en su mayoría de placa blanca. (Vea también: Conozca Uber, la aplicación móvil para solicitar taxis VIP)
Ya el fin de semana en redes sociales los usuarios de la aplicación -que aclara en su página web que no es un proveedor de transporte- habían denunciado los operativos de la Policía. Además, la propia empresa solicitaba a sus clientes firmar una petición dirigida a la Secretaría de Movilidad, la Policía Nacional y su dirección de Tránsito y Transporte para que dejara circular los vehículos afiliados. “El servicio brindado por los propietarios-conductores de servicio especial es legal”, mencionaba la iniciativa. (Lea: Los taxis VIP ya circulan en Cali)
“Seguimos realizando operativos de control con base en las órdenes dadas por la Secretaría de Movilidad, solo cumplimos los reglamentos”, respondió a su vez el coronel Rodríguez.
En diálogo con ‘La W’, William Pedraza, asesor de la Secretaría Distrital de Movilidad, afirmó que la entidad se ampara en los decretos 172 y 174 de la Presidencia, los cuales reglamentan el Servicio Público de Transporte Terrestre Automotor Especial.
“Hay una línea delgada entre la prestación del servicio público individual (taxis) y los especiales (Uber) porque son los de línea blanca los que se vuelven piratas al prestar el servicio”, comentó Pedraza.
Según la norma, el servicio de transporte especial es aquel “que se presta bajo la responsabilidad de una empresa de transporte legalmente constituida (…) a un grupo específico de personas ya sean estudiantes, asalariados, turistas (prestadores de servicios turísticos) o particulares, que requieren de un servicio expreso y que para todo evento se hará con base en un contrato escrito celebrado entre la empresa de transporte y ese grupo específico de usuarios”.
Bajo esa descripción, Uber se defiende. Mike Shoemaker, gerente general de la empresa en Colombia, afirma que sí están habilitados a cobijarse en esa figura de servicio especial y que la polémica ha sido presionada por los gremios de taxistas de la capital que han visto amenazado su oficio con el nuevo servicio.
El ejecutivo indica que la Secretaría de Movilidad le está dando una interpretación errónea a la ley y se sostiene en que la operación de los vehículos asociados es legal.
“El modelo de Uber es el mismo que se ha usado en el servicio especial de transporte durante 15 años, en hoteles y clubes sociales, la única diferencia es que estamos usando la tecnología para hacer el servicio especial más eficiente y conveniente (…) Estamos confundidos con lo que está pasando”, comentó.
Shoemaker también le afirmó a ELTIEMPO.COM que los conductores asociados llevan a cabo este lunes una protesta frente a la sede de la Alcaldía para reclamar su derecho al trabajo.
No obstante, la Secretaría de Movilidad alega que mientras persista la falta de claridad en el tema debe ser considerado el servicio como ilegal. Por ese motivo, este mismo lunes se realizará una reunión en el Ministerio de Transporte para debatir los alcances de la aplicación. Luego de la cita, se anuncia una rueda de prensa en la Secretaría de Movilidad este martes.
REDACCIÓN ELTIEMPO.COM