Usuario Expulsado Denunciante Ultra 
|  La estrategia del Caracol (y del RCN)
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 | La estrategia del Caracol (y del RCN) Los canales privados apuntan a encarecer y entorpecer a los servicios de televisión por cable, que se están convirtiendo en sus competidores
Como era de esperarse, Canal RCN seguirá los pasos de Caracol Televisión y dejará de entregar su servicio de alta definición (HD, por su sigla en inglés) a los principales operadores de televisión por cable en Colombia, a partir del primero de mayo próximo. Entonces, los usuarios de televisión por cable y satelital solo podrán ver las señales análogas de estos dos canales.
Los directivos de los canales han justificado ampliamente esta decisión. Así, ven injusto que los operadores de cable ofrezcan sus servicios de HD dentro de sus ofertas comerciales sin que ellos perciban una compensación, como sucede con los canales internacionales.
En este caso, Caracol pide el pago de $600 y RCN de $800, por cada suscriptor de los servicios de alta definición, los cuales serían cerca de 460.000 (o el 10% de todos los abonados a cable). Así pues, Caracol estaría reclamando mensualmente cerca de 276 millones de pesos y RCN, unos 368 millones. De aceptar estas condiciones, los operadores se pueden preparar para una avalancha de solicitudes por parte de todos los canales públicos y privados, en el mismo sentido.
Si bien el Estado obliga a los operadores de cable a entregar los servicios abiertos de televisión a sus usuarios, nunca especifica si sus productores pueden cobrar para brindarles acceso. Un vacío que, curiosamente, descubrieron a menos de 45 días de comenzar el Mundial de Fútbol.
Los canales privados se defienden diciendo que seguirán entregando gratis su servicio análogo, pero no el de alta definición pues les implica incurrir en costos adicionales para llevar su señal. Eso sí, especifican, que si alguien quiere ver sus producciones con todo el esplendor del HD, puede desconectarse del cable e instalar una antena aérea para Televisión Digital Terrestre (el televisor debe ser compatible con el estándar, para que funcione). Ahora bien, RCN y Caracol olvidan mencionar que desde 1998 ellos han disfrutado de un duopolio en la televisión nacional, que les ha permitido dominar y quedarse con la mayoría de la pauta publicitaria local.
Esta situación les permitió crear ‘estrategias’ que condenaron a sus posibles competidores y que han llegado a frenar algunas iniciativas estatales por asignar un tercer canal. Al comienzo de su operación fue evidente que los productos de sus respectivas organizaciones (desde gaseosas y cervezas, hasta instituciones financieras y marcas de azúcar) dejaron de pautar en Canal Uno, el único de productores independientes.
Y es que la nueva jugada de cobrar por los canales HD está lejos de ser fundamental para la supervivencia económica de Caracol y RCN: Tan solo en el 2012, Caracol registró ingresos de casi 497.000 millones de pesos, mientras que RCN alcanzó los 512.000 millones según sus respectivos informes de gestión. Esos resultados parecen suficiente argumento para patrocinarles la señal de alta definición a todos sus televidentes.
Todo parece indicar que, antes que una inocente solicitud, los dos canales apuntan a entorpecer y encarecer la operación de los servicios de televisión por cable, que se están convirtiendo en sus mayores competidores en términos de rating. Según Latin American Multichannel Advertising Council, ocho de cada diez colombianos tienen acceso a televisión paga.
En febrero de este año, Caracol registró un rating de 11.963.100 televidentes y RCN de 11.359.800. Pero en el top 10 también aparecieron TNT (con 2.574.500, que lo convierten en el tercer canal en Colombia), Fox (1.804.100), Discovery Channel (1.763.400), Disney Channel (1.522.100), Fox Sports (1.487.100) y Animal Planet (1.393.200).
Esta situación se pone más oscura para los canales locales cuando sabemos que estas productoras internacionales ya tienen presencia en el país y han comenzado a rasguñar parte de los jugosos ingresos publicitarios de los canales locales.
Junto a esto, los canales locales quizás no han calculado los riesgos que pueden traerles esta decisión. Por una parte, los televidentes podrían limitar su uso de RCN y Caracol a lo mínimo –por ejemplo, solo ver los noticieros–, lo que afectaría el rating de algunos de sus programas, así como su imagen.
Pero también se exponen a graves repercusiones económicas. No sería raro que los operadores de televisión paga, en su mayoría pertenecientes a conglomerados, cancelen sus pautas en esos canales –no están obligados a mantenerla– para concentrarse en medios más efectivos y segmentados, como internet o la misma televisión internacional.
Al final, el mercado tendrá que pronunciarse y decidir si prefiere pagar un poco más por contar con estas opciones. O si decide olvidarse de las producciones locales y concentrarse en la oferta internacional. FUENTE: pulzo.com
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