Increíble lo que está haciendo este Atlético en la Liga. Están al borde de sus fuerzas, su plantilla es corta, tienen exceso de partidos y el miércoles se juegan su pase a la final en la Champion. Se les ve disminuidos físicamente, pero enteros en lo anímico. Quizás por eso tienen a tiro de as el título. El Madrid acecha, pero el alma de los colchoneros no la tiene nadie en la Liga.

Me quito el sombrero. Son los gladiadores del fútbol. Aplausos, muchos aplausos. En Mestalla demostraron que ya es posible pensar en el título, aunque quedan por delante dos escollos, 180 minutos de sufrimiento, de entereza, de creerse que sí se puede.

Son estos estupendos jugadores y Simeone, el mejor Atlètico de la historia.

Cita:

Victoria agónica del Atlético en Valencia que le acerca aún más la Liga Penúltimo calvario hacia el título Partido a partido. Jugada a jugada. Zancada a zancada. Falta a falta. Gol a gol. Lágrima a lágrima si hace falta. Así camina el Atlético en su calvario hacia el título. Raúl García tumbó al Valencia en Mestalla con otro cabezazo. Nueva victoria agónica. Ya lo hemos visto. Ya hay que creérselo. La Liga aún no es suya, pero lo parece. Este Atlético de Madrid es el mejor de la historia. Con este triunfo alcanza los 88 puntos, cifra récord en sus 111 años de existencia. Quizá no le basten para alzarse con el campeonato. De momento son el resultado de los muchos méritos que ha reunido para conseguirlo, incluso por encima de ese extraño gusto por los malos ratos que ha desarrollado. Al equipo de Pizzi no le iba en el envite más que la oportunidad de reservar futbolistas para su importante partido europeo del próximo jueves. Sacó un once con garantías para tutear. Una lección de honestidad deportiva y valentía. Ni el error de Guaita en el 0-1 le desanimó. Sus cambios aumentaron la amenaza ofensiva -Vargas, Fede Cartabia y Feghouli tuvieron minutos en la segunda mitad-. El técnico del Valencia abundó en su idea de amargar la tarde al Atlético. Aunque lo arrinconó sus delanteros apenas probaron las cualidades de Courtois. Simeone ha visto a sus hombres apurados así muchas veces esta temporada. Los tiene curados de espanto y sobrados de oficio. Al filo del descanso marcó Raúl García de espaldas a la portería (min. 43). En la segunda parte falló Diego Costa dos mano a mano frente al guardamenta. Cuanto más difícil mejor. Cuando peor sensación ofreció el Atlético -a falta de un cuarto de hora- cambió los hábitos. De repente se adueñó del balón, desactivó al Valencia y le aplicó una inyección letal de tiempo que pasa, pasa, pasa, pasa... Juanfran fue expulsado en el añadido. Ya saben, por aquello de sufrir un poco más.

Fuente: Marca