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Iniciado por Miguelito87 Y porque ejemplo? Es que ser adinerado es ser malo? Es que trabajar duro para tener un muy buen nivel de vida es malo? No me vengas con esos cuentos Heraclito, que ejemplo ni que carajos. Un presidente tiene que ser eficiente y diligente, no dárselas de hermanita de la caridad. Como quiera vivir cada cual es problema de cada cual, pero eso de venir a dárselas de ejemplo del mundo y de querer imponer su visión a los demás me parece ofensivo e insultante.

No, claro que no. Cuando hablo de ejemplo es el de la pulcritud en el manejo de las finanzas públicas, dando el ejemplo en lo referente a sus finanzas privadas. Tenga poco o mucho, el derroche, los sueldos astronómicos, el aprovechamiento de lo público (aviones lujosos, trajes de diseñador, fiestas monumentales, presupuestos faraónicos) muestran que no se vino a servir sino a que le sirvan.

Un ejemplo de un pobre viviendo con el derroche de un millonario es el difunto Hugo Chávez. Son ya legendarios su ropa de diseñador, con zapatos de tres mil dólares, las costosas remodelaciones a la casa presidencial, el derroche en sus viajes internacionales, en fin... Su disculpa era que un presidente debe estar a la altura de su cargo y de ahí que el presupuesto suyo y de su entorno fuera astronómico, empezando por su familia. Un ejemplo son sus hijas que no han querido desocupar la casa presidencial y siguen derrochando dinero en rumbas y un estilo de vida que afrenta el país.

Junto a Mujica, también manda un buen mensaje el Papa Francisco que deja atrás el derroche y el boato. Es cuestión de estilo, de estilo de vida y de seguir viviendo como siempre, sin aprovecharse del poder que se tiene. Esto no puede exigírsele a Piñera o Martinelli, ambos multimillonarios, que siguen con su estilo de vida y solo quisieron servir a su país como presidentes, lo cual no es reprochable si continúan viviendo como antes de ser elegidos presidentes, como si sería el que, demagógicamente, quisieran hacer lo contrario, salvo casos excepcionales.

Es curioso, por ejemplo, encontrarse uno, como me pasó más de una vez, con la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, en cualquier lugar público, como cualquier hijo de vecino y verla asistir a un acto público, apenas acompañada de su chofer o incluso haciendo compras.En Costa Rica no hay lujosas casas presidenciales en las que habitan los primeros mandatarios. Generalmente viven en sus propias casas. Son estilos de vida y de concepción del mundo. Y por supuesto, no se trata de imponerle nada a nadie, sino de que cada quien sea coherente con lo que ha sido.Eso es todo.

Lo curioso es que la regla es robar y enriquecerse a costa del erario público (Argentina es un ejemplo) por lo que no hacerlo se convierte en noticia porque es la excepción. No creo que Mujica, ni Lula, por poner ejemplos cercanos, pretendan que los imiten. Simplemente viven como siempre lo han hecho y sin quererlo se convierten en ejemplos porque eso queremos de los gobernantes, que trabajen en bien de los demás y no en llenarse el bolsillo.