La solución no es irse por el medio; dudo incluso que exista, todos tenemos nuestra propia visión particular y la "objetividad" total es imposible.

Lo recomendable sería que ambas tendencias tuvieran su oportunidad de hacerse oir, no satanizarlas per se ni pensar que el 100% de sus propuestas son inviables. Todo depende de las circunstancias; en un país donde la delincuencia común campea a sus anchas apoyaría un gobierno de derecha que ponga orden. Pero si en otro, como suele ser mayoría en suramerica, son los gobernantes y sus aulicos quienes delinquen a placer, opinaría que un impulso a la izquierda que haga valer las voces del pueblo es indispensable.

En Venezuela la polarización a favorecido a la izquierda que no permite a otros sectores llegar al poder. En Colombia, es la extrema derecha la que impide, como en el caso Petro, que quienes no son de su agrado puedan quitarles por un rato la silla que es de "su propiedad". Si no aprendemos a respetar y oir al otro vamos a terminar africanizando el país y generando un orden donde ambos bandos van machete en mano con el único objetivo de eliminar al contrario.