Las encuestas que daban a Mockus como ganador estuvieron acertadas durante la campaña. Infortunadamente, fue el propio Mockus quien, en los debates, cometió tantos errores que su imagen comenzó a desinflarse y de eso también dieron cuenta las encuestas.

Ahora, las encuestas son una fotografía en el tiempo y pueden marcar una tendencia si siguen la misma metodología, tienen un universo que abarque todos los sectores de la población y las diversas regiones y se hagan con continuidad.

Sin embargo, hay hechos atípicos que pueden cambiar el curso y convertir en ganadores a los perdedores de un momento a otro como por ejemplo un hecho criminal de amplia repercusión (Rodríguez Zapatero ganó las delecciones en España por la pobre respuesta de Aznar al atentado terrorista del 11 de marzo), una metida de pata de uno de los contrincantes (López Michelsen perdió la reelección cuando negó la posibilidad de construir casas con cuota inicial gratos. La consigna de su contrincante, Belisario: "Sí se puede", le hizo ganar la presidencia.)

Ahora, esto apenas comienza y cualquier cosa puede pasar en los dos largos meses que faltan. Lo único cierto es que por Peñalosa votaron a su favor cerca de dos millones de colombianos, votación que nadie esperaraba. Pero de ahí a que se traduzca en victoria en mayo hay mucho trecho por recorrer.