Tan imprevisible como una falta, tan doloroso como una tarjeta roja y tan rápido como un balón que cruza la línea de gol fue el accidente de Yady Vanessa Fernández Bravo, una futbolista colombiana que el pasado 16 de febrero, en Ecuador, fue atropellada por un vehículo. Ella perdió la pierna izquierda y su primo. Ramiro Fernández, un médico cirujano de 37 años, falleció en el mismo hecho.


Fernández iba con su familiar en una moto con destino a la costa desde Guayaquil y llevaban más de una hora de camino. Mientras reían y compartían momentos de sus profesiones un carro los embistió. Ella quedó con la pierna destrozada a la altura de la rodilla.


El causante del accidente fue un suboficial de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, que salió huyendo del lugar como si fuera perseguido por algún verdugo.


Ya han pasado 23 días de ese fatídico hecho, y Yady, quien jugaba en Unión Deportiva Achamán de Gran Canarias, en España, y que este miércoles cumplirá 22 años, tiene las mismas ilusiones que cuando era pequeña y quería ser futbolista.


“Ahora lo que quiero es pararme de esta cama, aquí no termina todo. Ya hice los contactos para mi rehabilitación con especialistas en España”, dijo a ‘Caracol Radio’ la jugadora, que estuvo en la Preselección Colombia que en el 2011 se preparaba para disputar el mundial de Alemania de mayores.


Yady vivió hasta los 7 años en Palmira y luego de la muerte de su padre, Fernando Fernández, se trasladó al Kilómetro 30, una población ubicada a 40 minutos de Cali por la vía al mar.


Carlos Gutiérrez, un primo que vivió con ella hasta los 12 años, cuando se fue a islas Canarias (España) con su mamá, Selene Bravo, fue uno de los principales testigos de los inicios de Yady en el fútbol.


“A ella le gustaba jugar en la escuela fútbol y en la casa jugaba con nosotros, éramos muchos niños, pero ella jugaba mejor que todos, nos ‘meleaba’ (gambeteaba)”, dice entre risas Carlos, quien estaba sentado en una de las salas de espera del Hospital Universitario de Guayaquil, donde está hospitalizada su prima Yady.


Lejos de aquel pueblo vallecaucano, casi con nostalgia, cuenta sobre la pasión de Yady en esa época por el fútbol, la misma que aún mantiene hoy en día.
“Todo lo que tuviera que ver con fútbol, ella lo guardaba.



Tenía muchos guayos, balones y camisetas, especialmente de la Selección Colombia, aunque es muy hincha del América y también del Barcelona”.


Ricardo Rozo, quien la tuvo en aquella preselección unos días en Bogotá, le mandó un mensaje a la jugadora.


“Le envío mi más sincero saludo, esperando que ella se encuentre en un mejor estado anímico y de salud. Estoy animándola a perseverar y no rendirse. Esta es una situación que le cambia radicalmente la vida y es muy importante que todos los que podamos la apoyemos”, expresó el ahora director deportivo del club femenino Gol Star.


Carlos, precisamente, recordó la emoción de su prima cuando estuvo con el equipo nacional. “Eso lo puse de una en Facebook y todos nos dimos cuenta de que iba para la Selección Colombia”.


Su primo explicó que no es casualidad que ella se desempeñara como delantera, pues desde niña siempre jugaba arriba, porque le gustaba hacer los goles.


En España ha recibido solidaridad de todas sus compañeras de equipo y hasta de rivales, y el pasado 25 de febrero realizaron un partido benéfico para ayudarla, entre la Selección de Gran Canaria y Goteborg, de Suecia.


“Estoy muy agradecida. He estado viendo el apoyo que me han dado y eso me tiene muy contenta”, dijo la deportista.