Se encuentran dos amigos y le dice el uno al otro:
- Ayer juré no volver a fumar ni a beber nunca más.
- ¡Hombre, qué bien… Te admiro esa fuerza de voluntad.
- Sí hombre. Fueron los diez minutos más espantosos de mi vida.
No solo los católicos, sino el mundo entero está admirado de la sencillez y humildad del Santo Padre, Francisco. Su desdén por las pompas, su decisión de vivir en la residencia Santa Marta, con varios cardenales, en lugar de su palacio en El Vaticano y su amor por los pobres, le han dado una gran aceptación entre los seguidores de Cristo y entre los practicantes de otras religiones.
Pero los comunistas creen que su amor por los pobres y desamparados hacen al Papa Francisco más cercano a las ideas socialistas y en eso se equivocan, porque el sucesor de Pedro tiene bien claro qué es lo que predica el socialismo.
Me ha llegado por internet la entrevista que el periodista Chris Mathews, socialista y comunista confeso, le hizo al Papa Francisco cuando todavía era el cardenal Bergoglio, en Buenos Aires, y que por las respuestas del cardenal, que apabullaron al periodista, la cadena MSNBC, no la publicó.
Un estudiante de Notre Dame que cumplía su servicio social en ese medio rescató el video que la doctora Liliana Martínez me hizo llegar.
Dice el cardenal Bergoglio: "Primero en Europa y ahora en América, algunos políticos se han dedicado a endeudar a la gente creando un ambiente de dependencia. ¿Para que? Para incrementar su poder. Son grandes expertos creando pobreza y nadie los cuestiona. Yo lucho por combatir esa pobreza".
"Mi tarea es evitar el agravamiento de tal condición. Las ideologías que fabrican pobreza deben ser denunciadas. La educación es la gran solución al problema. Debemos enseñar a la gente cómo salvar su alma, pero enseñando a evitar la pobreza y no permitir que el gobierno los conduzca a ese penoso estado".
Mathews, ofendido, pregunta: "¿Culpa usted al gobierno?".
Responde el cardenal: "Culpo a los políticos que buscan sus propios intereses. Tú y tus amigos son socialistas y ustedes y sus políticas son la razón de los setenta años de miseria que tiene a tantos países al punto del colapso. Creen en la redistribución que es una de las razones de la pobreza. Ustedes destruyen el incentivo del hombre para, inclusive, hacerse cargo de su familia, un crimen contra la naturaleza y contra Dios. Estas ideologías crean más pobres que todas las corporaciones que ustedes etiquetan como diabólicas".
A la pregunta de si el cardenal es capitalista, responde: "Si pensar que el capital es necesario para construir fábricas, escuelas, hospitales, iglesias, tal vez lo sea. ¿Tú te opones a ese proceso?"
La entrevista es más larga pero muy diciente y si a eso le agregamos las mentiras de los Castro, Chávez, Maduro, Ortega, Correa y Evo Morales, podemos agregar otra: jurar que no volvemos a fumar, ni a beber, pero por diez minutos.
ÑAPA. Tengo informaciones de alta fidelidad de que la licitación para la conexión de cuatro kilómetros al túnel Fernando Gómez Martínez fue mal conducida por el secretario Valencia. ¿A quién culpamos del retraso en las obras?.
Por RAÚL E. TAMAYO GAVIRIA