Tras la derrota con Once Caldas, el técnico ratifica la confianza en su labor y sus jugadores.
El momento de Deportivo Cali no es nada cómodo. A días del debut en la Copa Libertadores de 2014, el equipo perdió el norte futbolístico. Lleva un punto en cuatro partidos disputados y dos derrotas como local. Además, el presidente no fue al estadio, según dijeron varios socios, por estar amenazado. Son días de angustia en el club.
“No es fácil, pero he crecido mucho en mi paso por Deportivo Cali, las situaciones que están pasando nunca las viví, pero aprendo de ellas para seguir mejorando como profesional. No me voy del Cali, al contrario, en éste momento hay que arropar a los muchachos, porque somos una familia y necesitamos el apoyo de todos para seguir adelante”, explicó Leonel Álvarez.
El entrenador confía en la recuperación. “Éste fue uno de los partidos donde mayor tranquilidad he tenido, porque Once Caldas no nos generó muchas opciones de gol y donde nosotros, por el trámite y lo generado en el partido merecimos más. Pero esto no es de merecimientos, sino de goles, y nos faltó puntería; lo intentamos y al final nos sacaron una de la línea de gol”, dijo el DT.
Sobre la situación deportiva, el equipo parece haber colapsado justo antes del debut en la Copa Libertadores (miércoles frente a Cerro Porteño). Los futbolistas no son los mismos que comenzaron el campeonato, o mejor, su fútbol cambió y el entorno lo siente. Allí aparecen los fantasmas de otras épocas, pero Leonel Álvarez sigue adelante.
“Estoy trabajando y sigo con la cabeza en alto porque hemos conseguido cosas para Deportivo Cali, jugamos dos finales, ganamos una, clasificamos a Copa Libertadores y Copa Sudamericana. No le debo nada a nadie, indudablemente esto es de resultados, pero estábamos en un momento bonito y para disfrutar, pero estamos tristes. Sacaré mi fortaleza y seguiré creyendo en nuestro trabajo”, cerró.