La experiencia no se improvisa y Navarro, que ya conoce por dentro el Bogotá de Petro, no se le va a medir a semejante desbarajuste, aparte del poco tiempo que resta para enderezarlo.

Navarro es un viejo zorro de la polìtica y sabe que desde el congreso puede aportar mucho para el post conflicto y luego aspirar a mejores aires.