Las medidas cautelares impiden que se lleve a cabo la destitución y, además, empieza una larga pelea jurídica para establecer si esta nofificación desobedece el mandato del juez de tutela que suspende el procedimiento. De todas formas, ya van tres las tutelas falladas a favor de Petro en el Consejo de Estado, aparte de las decenas que también se admitieron en los Consejos seccionales de la judicatura.

Obvio que la Procuraduría apelará ante el Consejo de Estado y el Consejo Nacional de la Judicatura, que se calcula deberán resolver en un par de meses, para luego pasar a la Corte Constitucional que podrá escogerlas para su eventual revisión, trámite que se llevará al menos este semestre.

Esto es indicativo de que el referendo de revocatoria se dará el dos de marzo y que tanto el Consejo de Estado como la Corte Constitucional y el Consejo Nacional de la Judicatura deberán evaluar entre la voluntad popular que se exprese el dos de marzo y la decisión administrativa de un funcionario.

No es de extrañar que la jurisprudencia pueda cambiar. Lo cierto es que Petro se queda en el Palacio Liévano al menos por unos cuantos meses. si consigue prolongar su estadía este semestre, ya no se celebrarían elecciones sino que su movimiento le mandaría una terna al presidente para escoger el alcalde que termine el período.

Vientos favorables para Petro por el que hace un par de semanas nadie daba un peso, pero que, por ahora, le va ganando el pulso a la Procuraduría.