El graffiti es el arte callejero por excelencia y no hay tópico de la vida humana que no haya sido plasmado en alguna pared por algún maestro en el uso del aerosol. Desde iracundas consignas políticas hasta la más íntima muestra se sentimentalismo, el muro de una calle cualquiera es el lienzo sobre el cual el graffitero, el artista de la calle, plasma sin más armas que unas latas de spray su propia visión del mundo. Vamos, date una vuelta por el lado salvaje, por las calles sin nombre. Tus ojos y el resto de tus sentidos te lo agradecerán infinitamente.