La batalla de Vukovar (en croata, Bitka za Vukovar, en serbio, Битка за Вуковар, Bitka za Vukovar) fue un asedio de 87 días a Vukovar, en el este de Croacia, por el Ejército Popular Yugoslavo (JNA), con el apoyo de diversas fuerzas paramilitares de Serbia, entre agosto y noviembre de 1991. Antes de la Guerra Croata de Independencia la ciudad barroca era una comunidad próspera, mezcla de croatas, serbios y otros grupos étnicos. Cuando Yugoslavia empezó a disolverse, el presidente serbio Slobodan Milošević y el presidente croata Franjo Tuđman empezaron a dedicarse a la política nacionalista. En 1990, una insurrección armada iniciada por las milicias serbias en Croacia, apoyada por el gobierno y grupos paramilitares serbios, tomaron el control de las poblaciones serbias en territorios de Croacia. El JNA comenzó a intervenir en favor de la rebelión, y estalló el conflicto en la región oriental croata de Eslavonia en mayo de 1991. En agosto, el Ejército Popular Yugoslavo lanzó un ataque a gran escala contra el territorio controlado por croatas en Eslavonia oriental, incluyendo Vukovar.
Vukovar fue defendida por unos 1800 soldados ligeramente armados de la Guardia Nacional Croata (ZNG) y voluntarios civiles, contra 36 000 soldados del Ejército Popular Yugoslavo y los paramilitares serbios equipados con armamento pesado y artillería. Durante la batalla, proyectiles y cohetes fueron disparados contra la ciudad en una cantidad de hasta 12 000 al día. En el momento, esta era la batalla más feroz y prolongada de toda Europa, y Vukovar fue la primera ciudad importante europea totalmente destruida desde la Segunda Guerra Mundial. Cuando Vukovar cayó el 18 de noviembre de 1991, cientos de soldados y civiles fueron masacrados por las fuerzas serbias y por lo menos 31 000 civiles fueron deportados de la ciudad y sus alrededores. La mayor parte de la población de Vukobar pasó por una limpieza étnica y la ciudad pasó a formar parte de la auto proclamada República Serbia de Krajina. Varios funcionarios, militares y políticos serbios, incluyendo a Milosevic, fueron acusados ​​más tarde y, en algunos casos, encarcelados por crímenes de guerra cometidos durante y después de la batalla.
La batalla dejó exhausto JNA y demostró ser un punto de inflexión en la guerra de Croacia. Un alto el fuego fue declarado un par de semanas más tarde. Vukovar permaneció en manos de los serbios hasta 1998, cuando fue reintegrado pacíficamente en Croacia. Desde entonces ha sido reconstruida, pero tiene menos de la mitad de su población antes de la guerra y muchos edificios están todavía marcados por la batalla. Sus dos principales comunidades étnicas siguen estando profundamente divididas y la ciudad no ha recuperado su antigua prosperidad.


Fuerzas en combate:

*Serbios: 36 0003 *Croatas: 18004


Bajas serbias:

-Tropas Serbias: 3603 víctimas
(1103 muertos, 2500 heridos)
-3 aviones derribados
-110 vehículos blindados destruidos


Cifras oficiales de tropas de Croacia:

-1656 víctimas militares
(879 muertos, 777 heridos)

-1131 civiles muertos
-550 civiles desaparecidos









La torre de agua de Vukovar, 2010. Muy dañada en la batalla, la torre se ha conservado como un símbolo del conflicto.



El Ejército Popular Yugoslavo tenía más armas y equipo de las fuerzas croatas. Avión de ataque G-4 SOKO Super Galeb que fueron utilizados en la batalla.





















































Cuerpo mutilado de soldado serbio por la artilleria croata


Comando paramilitar serbio "Los Tigres de Arkan"



Un tanque M-84 del JNA fuera de combate por la explosión de una mina colocada por los defensores de Vukovar en noviembre de 1991.



Una bomba cayó en el hospital de Vukovar lanzada por un avión de la Fuerza Aérea Yugoslava el 4 de octubre de 1991. La misma penetró cinco plantas, alcanzando el sótano e impactando cerca de un paciente, que resultó ileso. El agujero se ha preservado como un monumento a la batalla.



Edificios en ruinas en el centro de Vukovar en 1991