El infractor alegó que su esposa es discapacitada, pero tuvo que pedir perdón al animal y a las autoridades.





Katana Kitsao Gona confesó ante una corte en Kenia, que tuvo contacto sexual con una cabra, por lo cual fue sentenciado a pagar una pena de prisión de diez años ya que la practica es ilegal en ese país.

El fiscal quien asumió el caso llevó el animal a la audiencia con el fin de demostrar que había sido utilizada como ‘objeto sexual’, reportó el diario argentino Uno.




Como testimonio determinante, se tuvo en cuenta el de un vecino de Katana Kitsao, quien declaró que “un día fue a orinar detrás de un arbusto y descubrió al violador teniendo sexo salvaje con la cabra que no dejaba de llorar de dolor”.

Un veterinario del lugar también certificó sobre el acto violento contra el animal. Advertido el dueño de la cabra, este le comunicó a la policía que detuvo de inmediato a Kitsao.

Aunque el hombre de 28 años pidió perdón y alegó que “tenía una esposa discapacitada que dependía de él”, la magistrada, Muthoni Nzibe, lo condenó a una pena de prisión de diez años por bestialismo o zoofilia.

Esta práctica, que para muchos es aberrante y para otros se ajusta a la ‘ética natural’, es considerada ilegal y se prohibe en varios países, como E.U.A, Australia, Canadá, Ecuador e India, por ser calificada "antinatural y el acto sexual con otros animales como un abuso de éstos o como un crimen contra la naturaleza", como afirma Bazant en su obra “Bestialismo: el delito nefando”.

En cambio, Japón, México y Alemania no la prohíben y por lo tanto la cópula con animales no es sancionada. Expertos afirman que la zoofilia conlleva riesgos para la salud como infecciones que incluyen brucelosis, leptospirosis, fiebre Q, rabia y Campylobacter.