 Denunciante Leyenda
 | Jordania, una selección en ascenso
Calificación: de
5,00
 | Del 2007 a esta parte, Jordania ha dado grandes pasos que en noviembre pueden encontrar la recompensa de alcanzar la cita mundialista por primera vez.  Foto: FIFA.com
Ni será tan difícil como en Sydney, ni será tan sencillo como en el partido frente a Tahití. El encuentro con Jordania será diferente, no solo porque jugaremos en un estadio con capacidad máxima para tan solo 25.000 personas, sino que además nos enfrentamos a una selección en ascenso histórico. El transcurso de la historia ha decretado que Uruguay sea un rival especial para esta selección. En noviembre Jordania tendrá la oportunidad de clasificar a un Mundial, pero increíble es que su primera derrota en un Mundial FIFA haya sido frente a Uruguay. Fue en el 2007, cuando, con un gol de Cavani, Uruguay logró vencer al conjunto jordano, que terminaría quedando fuera del Mundial de Canadá en la primera fase. Edinson Cavani, Martín Cáceres y Luis Suárez son los únicos jugadores celestes que disputaron ese encuentro, mientras que en Jordania volverán a repetir Ibrahim Zawahreh, Anas Bani Yaseen, Mohammad Aldmeiri y Baha Suleiman. En lo que respecta a la selección absoluta, no fue hasta el 2004 que los jordanos tuvieron algo para festejar. En la Copa Asiática de ese año, Jordania logró una histórica clasificación a los cuartos de final. Tras quedar sin chances de alcanzar el Mundial de Sudáfrica 2010, el iraquí Adnan Hamad asumió la dirección técnica del combinado nacional, que en la Copa Asiática 2011 volvió a repetir lo hecho en el 2004. El desafío que Óscar W. Tabárez tiene por delante es el de encontrar un sistema que corte el funcionamiento colectivo de un equipo que no depende de ningún jugador en especial, y eso, que a priori lo muestra tan indefenso, es lo que lo hace peligroso. El seleccionado uruguayo deberá salir a proponer, tanto en el Centenario como en la ciudad de Ammán. No por una cuestión de favoritismo, sino también por una falta de referencias a la hora de asignar marcas a jugadores que parecen tener todos el mismo nivel futbolístico, muy por debajo que el de Uruguay. Lo de ser protagonistas no nos sienta bien, pero es lo que un partido demanda cuando el rival de turno es un combinado que actualmente no tiene jugadores en competencias europeas. Solo Abdullah Deeb y Odai Al Saifi tienen alguna experiencia en Bélgica y Grecia, respectivamente. Pero, ser desconocidos no significa ser poco eficientes. La realidad marca que, frente a grandes rivales, el combinado jordano ha sabido perder y ganar. En la cuarta fase, debió cruzarse dos veces con Australia y otras dos veces con Japón; curioso es que ganó y pedió en una ocasión frente a cada uno. Ha sabido mantener el cero en varios encuentros del calificatorio, aunque contra las potencias su valla siempre fue vencida. Terminó el certamen con un registro de tan solo cuatro goles a favor, pero no por eso se puede deducir que ha tenido mala puntería. En solo 18 partidos, a Jordania le convirtieron 26 tantos, pero anotó ¡30! Los números no son para temer, pero sí para tener en cuenta. A lo largo de los años, cada vez que el Centenario se llenó, al combinado uruguayo le ha venido pánico escénico. Esta parece ser una perfecta oportunidad para demostrar lo contrario porque, teniendo en cuenta que Jordania no ha perdido siquiera un partido de local, el encuentro en Uruguay puede llegar ser la clave del repechaje.
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