Por Lord Mago.
Bueno señores, éste partido que presenciamos hoy merece una opinión aparte, y aquí les comparto mis pensamientos al respecto. Antes que nada quiero agradecer por los comentarios de apoyo recibidos en el topic "Colombia, Aterrizada?" publicado luego de la derrota en la pasada fecha frente a Uruguay. Como siempre, trataré de ser lo más objetivo posible en mis opiniones y puntos de vista.
Ahora si, a lo que vinimos:
El ambiente de fiesta que se sentía, presagiaba que el partido sería interesante, intenso, inolvidable, y creo que así fue. Con lo que no contó nadie, y me incluyo, es en la noqueada que le pegó Chile a Colombia en el primer tiempo. Creo que nisiquiera el más pesimista entre los pesimistas hubiera presagiado tal desastre. Creo que nadie, por más loco que estuviera, imaginó que le darían semejante repasada al equipo que había convertido el Metropolitano en su fortín inexpugnable.
Ninguno imaginó eso pero ocurrió, y desnudó, una vez más (y en ésta ocasión elevadas a la décima potencia) las falencias que ya venían aquejando a Colombia desde hace varias fechas, pero que los buenos resultados y las presentaciones decorosas como la visita a Argentina en junio, ocultaron momentánea pero inutilmente hasta la caída en Montevideo.
El equipo salió al campo desubicado, obnubilado, desconocido, y quien sabe si lo hicieron cometiendo el imperdonable error de creerse ya en Brasil y que un pálido empate sería suficiente para ratificar lo "ya ganado" en anteriores fechas... Pero no. Chile salió a devorar la cancha, a devorar a Colombia, y lo logró en los primeros 45 minutos.
Hizo ver terriblemente mal a Colombia, lo hizo ver lento, flojo, sin alma, sin fuerzas, sin cojones... Pareció por largos pasajes que Chile fuera el local y Colombia, el temeroso y asustadizo visitante.
Ospina, en mi opinión, el gran sacrificado del partido no obstante el resultado final. Él es un gran arquero, pero ante semejante despelote de equipo que tenía unos metros delante de él, simplemente sus reflejos y audacia de poco o nada sirven. Bueno, quizás si sirvieron de algo, para que la goleada no fuera mayor en la primera mitad del juego.
Por la defensa sacó la cara Perea, aunque por desgracia, el penalti del primer gol chileno nació de una pérdida de balón suya en una zona donde perder el balón es totalmente prohibido. De resto, hizo un buen partido... Y que cosas con nuestros centrales, cuando Perea se destaca, Yepes se borra del mapa... Cuando Yepes figura, Perea hace las cosas lo peor que puede.
Armero, su punta fue un hueco permanente, por ella llegaron muchas veces los chilenos, le costó la marca. Mejoró sustancialmente en el segundo tiempo, al ritmo que mejoró el equipo.
Medina, bastante mal, personalmente esperaba que hoy fuera su revancha y se sacara la espinita por la injusta crucificada que le pegaron luego de la derrota en Montevideo, pero hoy, se crucificó solo. Los nervios le pudieron y se equivocó. Igual, la culpa del desastroso primer tiempo no es única y exclusivamente suya, pero hoy tuvo un mal día, jugó mal y quien sabe si a futuro, el DT lo siga teniendo en cuenta.
El medio campo, simple y llanamente la raíz y origen de la hecatombe que fue el primer tiempo. Aguilar... desde el partido en Puerto Ordaz viene pidiendo la banca a gritos... Hoy, más que nunca, fue errático al pasar los pocos balones que recuperaba. El otro problema, su eterno problema, es que sigue siendo una tarjeta ambulante. En resumidas cuentas, Abel Aguilar hoy demostró con creces lo que siempre ha sido, lo que sigue siendo y lo que por lo visto, siempre será: UN PETARDO.
Carlos Sánchez, otro sacrificado hoy... Está bien que no fue su mejor partido, pero le queda muy duro a un sólo hombre, por más bueno que sea, cubrir más de 30 metros de campo, por que como lo ha venido haciendo ultimamente al tener como pareja a Aguilar, simplemente jugó solo.
Cuadrado es un gran jugador, pero hoy volvió a demostrar hasta el cansancio que le va muchísimo mejor y que es un monstruo jugando los segundos tiempos. Nada que hacer, es un gran jugador, pero no está para ser inicialista. Aunque hay que abonar algo, que tras la entrada de Macnelly y Guarín, mejoró su desempeño.
James, lo resumo en una sola frase: AMOR POR LA CAMISETA. Colombia jugaba terriblemente mal, y a pesar de que James se vió arrastrado por esa corriente que hizo naufragar al equipo en el primer tiempo, lucho como pudo y con lo que tuvo, pero como dice el refrán "una sola golondrina no hace primavera". En el segundo tiempo, se vió grande al tener el respaldo de Macnelly y Guarín.
Macnelly... Hoy me tapó la boca con el partido que jugó en el segundo tiempo. Simplemente le cambió la cara a Colombia, y junto con Guarín, se podría decir que resucitaron a Colombia en la cancha.
Falcao, dormido en el primer tiempo... pareciera que se le hubiera dormido esa sagacidad que lo caracteriza. En el segundo tiempo, mejoró, y convirtió los dos penales.
Teofilo, muchas ganas en el primer tiempo, pero no le alcanzó para más. Al igual que Falcao mejoró en el segundo tiempo, y abrió el camino para el milagroso empate.
Bacca, fue poco lo que jugó, pero igual demostró ganas y cojones para levantar un partido que ya se veía perdido.
Mención especial para Pekerman... Qué tanto les habrá dicho en la charla del entretiempo para que salieran con una actitud totalmente diferente a la mostrada durante la primera parte? Eso solo lo saben ellos y nosotros como espectadores seguramente nunca lo sepamos, pero por lo menos ahí quedó claro que la mano del técnico, juega un papel fundamental.
En resumen, Chile ganó el primer tiempo por que vino convencido de su victoria... Colombia ganó el segundo tiempo y terminó empatando el partido, porque sacaron ese corazón y esos cojones que debieron tener desde el pitazo inicial.
Colombia tras un primer tiempo desastroso que debió dejarles una dolorosa pero valiosa lección, y un segundo tiempo casi que heróico, sacó a flote un barco que ya estaba practicamente hundido y lo llevó al puerto seguro de la clasificación al mundial. Sacaron la casta y rescataron el resultado mínimo que necesitaban para ahora sí, asegurarse entre los privilegiados que disputarán el próximo mundial.
Pero ojo, que esa épica remontada de hoy no nos llame a engaños, a embriagarnos de ese triunfalismo desmedido y dañino, ni a montarnos en esa etérea nube en la que ya está montado más de uno por ahí, de ser "cabeza de serie" para el sorteo mundialista y de los posibles beneficios que eso le traería a la selección... Colombia hoy desnudó lo peor que puede sucederle en la cancha, y un resbalón de 45 minutos como el que tuvo hoy, le puede costar la eliminación temprana del mundial.
Creo que esa increíble y casi que milagrosa recuperación durante el segundo tiempo, demuestra que hay talento, que hay ganas, que hay compromiso; pero que también hay muchas cosas que ajustar, muchas cosas por mejorar, muchas cosas por aprender aún, y que el triunfalismo y la sobrades a la postre solo pueden traer problemas, fracasos y decepciones.
Y ahora que menciono esa posibilidad ser cabezas de serie para el sorteo, que pensará el folclórico y desatinado señor Antonio Cassale sobre su comentario de principios de semana en su columna de El Tiempo, en la cual llama "selecciones de menor relevancia" a equipos con gran historia mundialista como Holanda, Portugal y Francia; y luego de ver hoy lo mal que se vió Colombia ante una selección que según el orden de ideas de Cassale, sería un "don nadie" en el futbol?
Será posible que selecciones de "menor relevancia" como Holanda, Portugal o Francia sean magnánimos en fase de grupos de un mundial (o en octavos o cuartos o más adelante), y le perdonan la vida a Colombia (o a cualquier rival que tengan al frente) si tiene un descache de 45 minutos como el que tuvo hoy? La verdad, no creo, y por más barato que la saque Colombia y por más flojos que ellos estén, cualquiera de los mencionados anteriomente le metería los mismos 3 goles en los mismos 45 minutos.
Por último, a disfrutar de éste logro de volver a un mundial, ya se cumplió un objetivo, sufriendo más de lo necesario, pero se logró y quizás ese sufrimiento prolongado de hoy haya sido necesario para lo que se viene, que no es otra cosa diferente a llegar al mundial con otra cara, con bríos renovados, con hambre de triunfo y gloria, a demostrar que el alto escalón que hoy ocupa en el ranking FIFA, no es por mera casualidad.