Respuesta: Los ataques psíquicos
Queridos Hijos: Un joven fue capturado y amarrado con cadenas en una pequeña habitación. Así estuvo por seis meses hasta que por fin lo dejaron libre. Un amigo un día le preguntó: ¿no sientes rencor o deseos de vengarte por lo que te hicieron? No, respondió el joven, frotándose la cara. ¿Sabes por qué? Porque en el cuarto donde yo estaba había otro muchacho en la misma situación que yo. Hace tres años lo volví a ver y de verás que me espantó. Su cara estaba endurecida, sus palabras eran frías y tajantes y en su mirada se reflejaba el deseo de hacer daño. Era la estampa de la infelicidad. Dios mío pensé… ¿me veré así yo también? Fue entonces que tome la decisión de ya no seguir cargando con todos los sentimientos negativos que llevaba día a día como cadenas en mi mente. Desde entonces, decido cada día, luchar por vivir en paz y por ser feliz y por hacer feliz a los demás. Al terminar de contarme su testimonio me preguntó: ¿Te sabes la historia de las dos bestias? Alguien le pidió consejo a un gran sabio. Le dijo: tengo dos bestias dentro de mi. Una me impulsa hacia el bien y la otra hacia el mal. ¿Cuál de las dos ganará? El sabio le respondió: la que alimentes más. Por eso opte por entregar mis sentimientos negativos a Jesucristo y hoy soy una persona feliz. –Hijos míos Dios permita que ésta historia nos haga recapacitar. Orando
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