Titus Ncube, un hombrón oriundo de Zimabue, quedó peinado atrás luego de solicitar una prostituta al hotel donde planeaba darle rienda suelta a sus deseos carnales.

Que algunos machotes que la rallan con los encantos de las "chiquillas de la noche" no es novedad. Obvio, pues son ene los califas que se gastan hasta lo que no tiene para disfrutar de las artes amatorias con alguna desconocida.

Sin embargo, lo que para algunos puede ser una simple noche de pasión y locura para otros se puede transformar en una verdadera pesadilla.


Así al menos le ocurrió al pobre Titus Ncube, un hombrón oriundo de Zimabue que quedó peinado para atrás luego de solicitar una prostituta al hotel donde planeaba darle rienda suelta a sus deseos carnales.


Tal cual, pues al compipa se le cayó la cara cuando cachó que la chiquilla que ingresó a su pieza era nada más ni nada menos que su hija. ¿Quéeee? Así de cuático, pues se enteró de la peor forma que su retoña 20 tiernos añitos no le hacía asquito al dele que suena y se ganaba los porotos con el sexo tarifado.


Como era de esperarse, la trabajadora sexual apretó cachete y viró en dos tiempos del lugar. Para más remate, la historia llegó a los oídos de la esposa del califa, quien le sacó todo el rollo a los malos pasos de su peor es ná, según apunta el sitio SDPnoticias.com.


Sin embargo, tras la toletole el individuo agachó el moño y aseguró que lo hacía porque tenía atados con la ñora. Y al parecer la mujer le compró todo el cuento, pues a pesar de que estuvo a un pelito de darle la PLR, decidió mantener el vínculo marital.


Y claro, como Ncube sabe que hacer méritos para optar al perdonazo definitivo, está asistiendo a terapias de pareja para salvar el matrimonio. ¿ Y la lolita? Tras el encontrón con su papi decidió alejarse de la noche y terminar sus estudios.

la cuarta.