Un chisme...

Esta es una historia de la amiga de una amiga, por lo tanto solo un chisme no comprobado, los nombres son ficticios y las situaciones dudosas, pero es un relato creíble de las decisiones que se toman por desesperación a veces acertadas y otras tantas no.
Laura y Carlos ya llevaban 5 años de novios y 2 de vivir juntos, la pareja se estaba desgastando, ella estaba muy enamorada no podía soportar el hecho de que la abandonara.
Laura era una mujer hermosa, morena, pelos largos lacios hasta la cintura, ojos oscuros, tez blanca como el marfil.
Había perdido quilos debido a la angustia y sin decirle nada al novio había dejado de tomar las píldoras, para ver si quedando encinta podía retener a Carlos a su lado.
Pero no quedaba y pasaba el tiempo y sus relaciones eran cada vez más espaciadas, un día tuvo un retraso, se entusiasmo le dijo a él.
El se preocupó y le dijo de ver a su médico privado. Acudieron tenían el último número de la consulta de un ginecólogo renombrado.
Ese día el médico no tenía asistente así que el mismo hacía todo, llama “¿Laura F?
Ella pasa al consultorio, cierra la puerta dejando a Carlos fuera y se encuentra con un médico joven, atractivo, entonces pregunta y le sale un tartamudeo “¿El dodoctor Gómez?”.
El responde -“No Señora, soy el Dr. Picart, suplente del Dr. Gómez, el tuvo que acudir a un parto complicado y no hubo tiempo de cambiar o avisar su consulta”, se ríe mostrando una perfecta dentadura y añade, -“Le aseguro que conozco bien mi trabajo si es lo que le preocupa”,” pase y tome asiento, dígame cual es su problema”.
-“Creo que estoy embarazada”-dice Laura.
-“Bueno, pase al baño y orine en este frasquito”-dice el Dr.
Ella vuelve con la orina y se la da al médico, que hace un estudio de embarazo.
-“Bueno, mientras esperamos los 10 minutos, desnúdese, póngase esta bata, tengo que examinarla”-ordena él.
Ella se quita la ropa pero siente que la observan, jeans, zapatos, blusa…tanga, sostén y rapidito se envuelve en la bata.
El mira el cartucho de la reacción química y dice -“Humm”-
“-Suba a la camilla y quítese la bata-“ordena él.
Ella se sonroja y solo abre la bata, él se acerca y se la quita.-“Mejor así”-afirma.
Primero le palpa los senos y busca nódulos, luego le dice que se dé la vuelta, la observa desnuda, ella es hermosa y en su consulta no aparecen a menudo, ella con su culito firme, redondito hacia arriba espera, la toma un termómetro y se lo inserta en el ano no sin antes pasar una accidental caricia por sus glúteos. Lo saca mira y le dice que se dé la vuelta, abra las piernas y las apoye sobre los soportes para ello. Ella está como vino al mundo, abierta enseñando su coñito estrecho, por suerte se lo rasuro antes de ir. Toma otro termómetro y le toma la temperatura vaginal. Después le inserta un espéculo y mira por él.
-“Bueno póngase la bata tenemos que hablar”-le ordena el Dr.
-“Según lo que he observado y escuchado de usted…a calculado mal su período y menstruará en una semana, ahora su temperatura vaginal es alta, debe estar ovulando o está finalizando la ovulación, no está embarazada”-
Ella, solloza y dice –“! No lo puedo creer, quiero quedar embarazada como sea, hace tiempo que no me cuido y nada, el me va a dejar!”-
-“Señora debe ser él, seguro el de los problemas, busquen un donante, si no pueden concebir”-afirma él.
Ella llora desconsolada, el médico la abraza para consolarla, sus manos bajan y acarician los glúteos de ella, que capta el mensaje y deja deslizar su bata al suelo, lo besa con lengua y casi con desesperación entra a desnudar a su Dr. Cuando lo hubo logrado, se arrodilla y le hace una suave felación hasta lograr que la polla del médico se eleve a los cielos. Ella se pone pié y él la toma de la cintura la levanta y la acuesta en la camilla, pone los tobillos de ella en los soportes, toma un desinfectante local y como buen profesional se limpia el falo. Luego acomoda la camilla a la altura de su pelvis, apunta su pene a la vulva de ella, empuja y ella está tan mojada que no hay resistencia y entra toda.-”!Ahhh!”-gime Laura. El bombea una y otra vez hasta hacerle olvidar que están en un consultorio y llega a un sonoro orgasmo, -¡Uff, ahhhhhh!-Por suerte la música funcional de la antesala ocultan los ruidos. En ese momento Carlos llama a la puerta, preguntando si iba todo bien, por la tardanza.
El Dr. sin sacar su polla o dejar de bombear le grita, -“! Ya va, faltan unos minutos ya casi terminamos!”, unos segundos, el médico resopla como un búfalo para no gritar y se corre dentro de ella. Luego pone un riñón de metal bajo el coño de ella y retira su polla,-“quédate así unos minutos para facilitar el esperma llegue a los ovarios”-, mientras el exceso de semen escapa de ella y vuelca en el riñón. El se viste, prepara una jeringuilla y una especie de tampón de gasa, con una pinza toma el tampón y se lo introduce en la inseminada vagina, le ordena que se dela vuelta y con la jeringuilla llena de 2cm de un espeso liquido le dice “-Esto va a dolerte, es espeso” y la inocula, ella grita “-hay, duele, mucho”-
-“Es un coctel de hormonas te prolongara la ovulación, ve a casa no te saques el tampón en menos de una hora, acuéstate a dormir y mantiene las piernas levantadas” ordena el médico.
Ella se viste rapidito, besa al médico en los labios y le dice “-Gracias-“.
Sale cojeando del consultorio y un preocupado Carlos le pregunta-“¿Cómo te fue, porqué demoraste una hora?, me pareció oír que gritabas, ¿El embarazo?, ¿Qué te dijo el viejo?”-
-“Sí, estoy embarazada y me mando guardar reposo, ahora me meteré en la cama, me duele todo”-responde ella.
Un mes y medio después el Dr. Gómez le confirma embarazo.
Carlos y Laura se casaron 4 meses después, ella dio a luz un niño que lleva el apellido de Carlos
El parto se lo realizo el Dr.Picart que estaba de guardia. Dos años después la pareja se divorció.
En sus controles ginecológicos Laura volvió a encontrarse con el Dr.Picart y ahora viven juntos, con el niño que Carlos reconoció como propio y pasa pensión alimenticia, el hijo biológico del Dr.Picart. Carlos nunca supo que en la primera consulta ella no vio al “viejo” Dr. Gómez.