"Trabajos orales" en el carro.

Bueno, gracias a los que han comentado mis relatos, en realidad tiene uno más éxito en un foro publicando fotos o videos, pero disfruto mucho más escribiendo un relato, porque me lo voy imaginando y mejor dicho ni les cuento.

Ahi va uno corto con algunas imágenes, espero que les guste, este es inventado aunque una que otra cosa es verdad , les va pues:

Iba camino a mi casa como todas las noches cuando salía de la casa de mi novia que vivía cerca a la zona donde se paran todas las trabajadoras sexuales, mujeres y transexuales. Yo nunca les prestaba mucha atención porque me parecía que eran de mal gusto, aunque tengo que reconocer que de vez en cuando me excitaba un poco con una que otra niña de buen cuerpo y poca ropa o hasta algún transexual voluptuoso de esos que logran engañar a un transeúnte desprevenido. Ese noche al igual que todas, pasaba por allí con cierto cuidado porque no dejan de ser sitios peligrosos, cuando vi a una mujer elegante de falda hasta las rodillas, blusa de manga larga, el cabello recogido en una cuidada cola de caballo, unos tacones altos y medias veladas que apenas se lograban ver. No estaba con ningún grupo de trabajadoras sexuales sino más bien alejada ella sola, pensé que seguró estaría esperando un taxi o algo, porque no tenía cara de pertenecer a ese lugar.



Cuando ya me estaba acercando vi que una camioneta grande se detuvo y abrio su ventanilla, ella recostó sus codos en ella y conversaron durante un momento, ya en ese momento yo pasaba por allí y por mi retrovisor vi como continuaba la conversación. Se me generó una curiosidad inmesa por saber quien era aquella mujer, y porqué se había acercacdo a ese carro, di la vuelta unas cuadras más adelante para volver a pasar por el sitio y comprobarlo por mi mismo. Cuando regresé a la misma calle estaba otra vez ella sola, reduje la velocidad y noté como su vista se fijó en mi carro, como esperando a que yo frenara. Me detuve entonces unos metros más adelante y ella se acercó caminando despacio y muy elegantemente, se inclinó un poco en mi ventana que ya estaba abierta y me dijo con una voz suave "¿necesitas compañía?", yo le dije que quería conversar con ella, abrió la puerta y se subió al carro, conduje entonces hasta una autopista cercana para no tener distracciones y le pregunté que que hacía una mujer tan bella en esa zona, me contó que era de una familia adinerada que estaba en la quiebra y que para terminar sus estudios había llegado a ese sitio, también me contó que le daba mucho miedo de subirse con alguien malo o que la atacaran en esa zona por envidias. Le pregunté entonces por sus tarifas, me dijo que una mamada me costaba 20, una relación 40 y con sexo anal 80, y que el sitio y el condón lo pagaba yo.


Le dije que la iba a ayudar con algo de dinero pero que no quería nada de ella, pues me conmovió su situación y me parecía una mujer con la que podría tener una relación normal, pero me respondió que ella si tenía necesidad como todas las niñas que estaban allí pero que también le gustaba, si no fuera así pues habría buscado otra cosa, y mientras me hablaba puso su mano sobre mi pantalón que ya tenía mi pene erecto adentro. Fui incapaz de negarme y le dije que hiciera lo que ella quisiera pero sin bajarnos del carro, se subió la falda dejando ver las medias que le llegaban hasta el muslo y unos panties muy pequeños con un tejido delicado en el frente que dejaban ver perfectamente las generosas formas de sus genitales, luego se abrió la blusa y me sorprendí al ver que no tenía brasieres y que todo lo que se veía era natural, unos senos firmes, de tamaño mediano y una textura que los haría perfectos para un comercial de televisión.

Me desabrochó el pantalón mientras seguía conduciendo, con delicadeza sacó mi pene que estaba totalemente erecto, lo humedeció un poco y comenzó a masturbarme con una mano mientras jugaba sobre su tanga con la otra, llegamos a un puente donde iba a retornar al carril contrario de la autopista para devolvernos y se detuvo un momento, me preguntó que si me estaba gustando y le dije que era magnífica, regresamos al camino y tomó un condón y me lo puso delicadamente con sus labios, ni siquiera sentí que lo tenía puesto, lo siguiente que sentí fueron sus labios cálidos y la humedad de su boca en mi pene, cuando volteaba un poco mi cabeza lograba ver su culo sentado en la silla con el encaje de las tangas, cuando sentí que iba a eyacular paramos a un lado del camino, me quitó el condón sin que yo me diera cuenta y se tragó toda mi leche.



Nos recompusimos, se vistió del todo, yo me guardé mi pene, me subí el cierre, y me dispuse a conducir hasta el lugar donde la había recogido, me dio su número celular y me dijo que la llamara, que ella vivía en un buen sector de la ciudad y que creía que sólo iba a trabajar esa semana en la calle, que luego iba a buscar otra cosa, pero que le encantaría volver a verme. Con el tiempo nos hicimos amigos, mi novia nunca se enteró de su existencia y de cuando en cuando la recogía y me repetía la faena del carro, y nunca me cobró un peso, porque decía que le excitaba estar conmigo.