Según el Ministro Gaviria "no hay tal crisis en salud"

Complicado cuando no se entienden las cosas y de ahí un titular que no refleja lo que dijo el ministro, que no niega la crisis sino que invita a los medios y a la opinión pública a mirar las soluciones que se están llevando a cabo y no únicamente a los problemas como si este fuera el único panorama a considerar.

Invita a no ser facilistas y creer que los problemas de la salud se reducen a que las EPS no pagan. Son problemas estructurales que vienen de tiempo atrás y comienzan en que las obligaciones que se le impusieron a la salud no alcanzan a ser cobijados con los recursos que le aporta el sistema. En otras palabras, no hay plata para tanta gente.

De ahí que haya que hacer milagros con lo que se tiene, mejor dicho hacer rendir la plata porque la salud es un barril sin fondo al que los jueces contribuyen con fallos que no tienen en cuenta que más allá de la buena voluntad se necesita dinero para llevarlo a cabo y con el presupuesto que se tiene no cuadran las cuentas.

Sin embargo, los cuantiosos recursos que destinó el gobierno a los hospitales para que puedan seguir funcionando mientras se arregla las deudas con las EPS es una medida que muestra la voluntad del gobierno para frenar la crisis.

Y es obvio que si se consigue darle fin al conflicto armado, muchos de los recursos que se dedican a la guerra puedan destinarse a la salud, aparte de una reforma estructural realista que tenga en cuenta que no vivimos en Dinamarca sino en Cundinamarca como lo dijo hace mucho un político que se burlaba de que se hacían leyes como si fuéramos un país desarrollado y rico.

Primero, estoy comentando lo que dijo el ministro y la interpretación errónea que se le dio a sus palabras. Pero veamos:

Es cierto, las EPS no pagan y se debe a diversos factores, corrupción, ineficiencia, falta de recursos y no se puede solucionar el problema con una varita mágica que las haga pagar porque el problema es muy complejo y requiere diversas soluciones. Por eso, mientras se resuelve, el gobierno aportó 800 mil millones de pesos a los hospitales porque no puede esperar a que la gente se muera o se enferme más en espera de ser atendida.

El problema no es simplista y requiere la intervención de diversos actores: entidades financieras, fiscalía, ministerio, legisladores. No es simplemente: debe pues pague. Son muchos problemas, enredos jurídicos, liquidadores, interventores, leyes obsoletas, en fin, un problema complejo que requiere, infortunadamente, mucho tiempo y esfuerzo, pero lo importante es que Gaviria y su equipo le están metiendo el diente.

Infortunadamente es así. Si usted o yo nos atrasamos con una EPS simplemente nos cortan los servicios hasta que nos pongamos al día, pero el régimen empresarial es diferente. Son personas jurídicas que manejan muchos millones, que tienen gastos e inversiones, que reciben pagos del FOSIGA, que tienen control fiscal, que constituyen holdings, es decir, un entramado de empresas a través de las cuales llevan a cabo su objeto social, enmarañadas contabilidades, deducciones fiscales, en fin, múltiples actividades que al hacer una auditoria y fijar responsabilidades en caso de un detrimento patrimonial requiere de expertos y mucho tiempo para descubrir posibles ilícitos. Esto no solo sucede en Colombia sino en el mundo entero.

Lo de Saludcoop es un ejemplo de hasta dónde se puede llegar de la mano del desgreño administrativo y la corrupción, pero para llegar allí y destapar la podredumbre hay que escarbar y mucho para encontrarla. El ministerio y la fiscalía se han dado a la tarea, pero faltan recursos y gente. A pesar de todo se está haciendo y mientras tanto, como los pacientes no pueden esperar le tocó al gobierno meterse la mano al dril y poner 800 mil millones para que los hospitales sigan funcionando mientras les aprieta las clavijas a las EPS y actualiza el régimen legal.