Mala Reputación

Yo solo le cambiaría el "Soy español" por "Soy colombiano"

Que tragedia. Ni Dickens se hubiera podido imaginar el sufrimiento de los que nacieron blancos durante la esclavitud, de los que tuvieron que ver a sus vecinos ser asesinados por sus ideas políticas, de los heterosexuales que no pudieron seguir persiguiendo maricas a palos y de los cristianos que no pudieron convertir a su fe a esa mano de infieles que ni siquiera recapacitaban en la hoguera.

Pueda ser que un día de estos la humanidad reflexione y les permita a estos perseguidos tener oportunidades de empleo,casarse, adoptar, votar y sentirse parte de esa sociedad que tanto los flagela.

PD: el otro dia leía a hinchas del Real y del Barcelona expresar su sufrimiento por las quejas sobre los arbitrajes que los favorecían. No se porque me acordé de repente de ello.

entre mas lo celebran en España (la cloaca de Europa ) mas infeliz es .
Pobrecito , hay que darle una galleta .

El escrito de Reverte ni siquiera habla de estos grupos étnicos ni de preferencias sexuales en particular. Sólo menciona que por el hecho de ser diferente de lo que estos grupos de presión (porque una cosa son los grupos étnicos y así y otra los grupos de presión o 'lobbyistas') reclaman como lo verdadero y lo justo, se ha ganado estos apelativos. Y me parece que tiene mucha razón, porque hoy en día estos grupos de presión han tenido éxito en censurar las voces que van en contra de sus intereses particulares, que no necesariamente son los mismos de quienes supuestamente representan.

No más por citar algunos casos, si alguien decide salir del closet recibe todo el apoyo del mundo y salen a defenderlo, pero vaya que alguien diga que es heterosexual y no te bajan de homófobo. Lo mismo sucede con los grupos afro que no te bajan de racista si dices estar orgulloso de ser blanco. Y ni qué decir si uno expresa con orgullo su fe cristiana (y en algunos casos los judíos también lo padecen).

Lo que sucede, mi estimado César, es que estamos en el imperio del correctismo político y es lo que ha llevado a esta situación. Entiende uno que muchos sufrieron, pero ese complejo de inferioridad alimentado por estos grupos de presión no puede seguir.

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Lo entiendo, y acepto que el correctismo político es una mamera, es jartisimo, es aburridor, pero en ningún caso es una tragedia y ni siquiera da como drama para telenovela de la tarde.

Ojala este fuera un mundo ideal donde las minorias no fueran tan quejetas. Pero en ausencia de ello, tengo muy claro, entre el blanco acusado de racista por un mal chiste y el negro o musulman privado de oportunidades de trabajo, entre el hetero acusado de homofobo por una tonteria y el marica que no puede casarse ni tener familia legal, cual de los dos escenarios me parecelo más lamentable y cual no puede seguir ocurriendo.

Creo que hoy en día es muy poco frecuente que a alguien se le discrimine de su trabajo por su raza, credo o preferencias sexuales. Y en el caso puntual de los homosexuales, ya en muchos países se reconocen sus uniones con los mismos derechos que los de las parejas heterosexuales, incluído el nuestro. Así que creo que lo que estos grupos de presión tienen para reclamar es más bien poco.

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Usted lo dice porque ya hoy en día son pocas las legislaciones que atentan contra las minorias. Y es cierto. Pero en la practica es mucho más frecuente que un musulman o un negro sean discriminados a que un blanco sea despedido, amonestado o siquiera reconvenido por ello. A usted de hecho, con seguridad, no le han restado minguno de sus derechos por su condición. Lo más incomodo que le sucede es que tenga que soportar en las redes o en los periodicos quejas de las minorias respecto al trato que reciben. Vuelvo y repito: comparto su jartera, pero si me pregunta, ni cien mil blancos aburridos en las redes por la corrección política justifican un solo negro o marica echado a patadas de su sociedad por su condición.

Muchas veces, se quiere hacer ver todo lo que sucede con esta visión por parte de los grupos a los que les conviene y no siempre se puede.

Si a un tipo le pegan un tiro porque estaba atracando a alguien, da lo mismo que sea blanco, amarillo o negro, igual que si es homo, bi o heterosexual. Pero si es de este último color o si es homosexual lo tratan como si fuera un crimen de odio o racista y no es así. Al tipo se lo mató o hirió por su calidad de delincuente y no por su condición social, raza o credo.

Igual, siempre existirán personas que todo lo justifican y todo lo manipulan si les conviene...

Arturo Pérez-Reverte es uno de mis escritores de cabecera. Corresponsal de guerra, su paso a la literatura ha sido gratificante lo mismo que a la Academia española de la Lengua. Investiga a profundidad sus temas y desnuda el poder con vigor y erudición. De ahí que me sorprendiera este escrito por su pobreza intelectual, su manipulación emocional y su catálogo de lugares comunes, algo impropio de un novelista brillante y demócrata.

Con incredulidad me di a la tarea de investigar si este escrito tan escaso de sustancia en realidad había sido escrito por él y, por supuesto, lo que preveía era cierto, es un apócrifo de algún sujeto de mente cuadriculada que se valió del prestigio de Pérez-Reverte para darle difusión. El escritor desmintió hace mucho el texto aunque la mediocridad bastaba para tirarlo a la cesta del olvido.

Un tramposo, y encima de pocas entendederas, es lo menos que se merece.

Cita:

Pérez-Reverte desmiente haber escrito el WhatsApp que circula en su nombre: "Es apócrifo" El escritor y académico niega haber empezado una cadena de mensajes en apoyo de las ideas conservadoras. 3 noviembre, 2016 09:26 Si usted participa en un grupo de WhatsApp en el que se tiende a lamentar que la corrección política coarta la libertad de expresión; en el que se usan peyorativamente términos como "progre" o "feminazi"; y en el que se clama sobre la pérdida de las tradiciones, la relajación de costumbres, que ahora se "proteste por todo" o que sencillamente falta "sentido común" para resolver los problemas de España, probablemente ya haya recibido este mensaje. Si no, es sólo cuestión de tiempo. El texto, en función de la versión que uno reciba, está titulado 'Mi reputación' y repasa punto a punto determinadas posiciones conservadoras y liberales que están mal vistas, según el autor, en el clima de opinión actual. Desde ser blanco, indicativo de "racista", a no votar a la izquierda, defender la unidad de España, ser cristiano o apoyar a las Fuerzas Armadas. El mensaje, sin embargo, acaba en una nota optimista, conminando al receptor a compartirlo y comprobar que no está sólo en su forma de pensar. El remate final es la firma de Arturo Pérez-Reverte. Si el escritor y académico está detrás del llamamiento, ¿cómo no sumarse? Sin embargo, se trata de una falsificación. Alguien ha aprovechado el prestigio del autor y su fama de bravura a la hora de entrar a opinar en materias polémicas como el género y el militarismo para endosarle un texto que no es suyo. La táctica ha funcionado: la extensión del mensaje en cadena le ha llevado a acudir a las redes sociales para desmentir a sus seguidores que él esté detrás del WhatsApp. "Este texto no es mío. Uno más de los apócrifos que circulan por la red".

Fuente: El Español

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