Uribe envió carta al Congreso de Estados Unidos

Cuando se estudia la historia de Colombia y se encuentra personajes tan dañinos como Laureano Gómez con sus discursos de odio y polarización, incitando a la violencia contra los liberales, calificándolos de ateos y a su partido de anticristo, se creía de buena fe que la propia evolución de la sociedad impediría que se repitiera semejante espécimen.

Pero no. Tenemos al Laureano de comienzos de siglo, envenenando al país a punta de mentiras y manipulaciones con el exclusivo fin de regresar al poder y poner de nuevo la Constitución a su servicio como lo hizo para reelegirse, y al Estado para defender a los grandes hacendados de una reforma agraria que se ha intentado llevar a cabo desde los años treinta del siglo pasado.

Pero veamos sus mentiras:

Las Farc han creado su propio sistema de justicia:

Curioso. En los procesos de paz anteriores la amnistía fue la solución para que se desmovilizaran el EPL, el M-19 y el Quintín Lame. Y hoy, cuando no es el perdón total sino una justicia donde se privilegia la verdad y la reparación a las víctimas, se dice que fue hecha para las Farc. También olvida el expresidente que esta justicia está diseñada para todos los actores del conflicto (agentes del Estado y particulares), tanto así que ya los militares acuden en masa a gozar de sus beneficios, así como miembros del uribismo condenados por corrupción, lo que está bien porque un proceso de paz debe cobijarlos a todos.

Los jueces de la JEP serían designados por personas que han sido permisivas frente al terrorismo y cercanas a la ideología de la guerrilla.

Ser permisivo, para Uribe, es dejar de lado la vindicta y pensar en el futuro. Pensar en las libertades democráticas, en que todos cabemos en este país, en que hay que cambiar la lucha armada por la lucha de las ideas, en que hay que construir un país menos inequitativo, en especial en el campo donde un pequeño grupo de hacendados, desde la Colonia, han sumido en el atraso y la pobreza a millones de campesinos.

Los delitos de la guerrilla como el reclutamiento de menores y los abusos a mujeres tienen una impunidad garantizada, no habría una sanción adecuada y en cambio sí podrían ser elegidos políticamente.

Aún no funciona la JEP y ya Uribe dictó sentencia. Los crímenes de lesa humanidad no serán objeto de la JEP por una sencilla razón, los convenios de Ginebra a los cuales se adhirió nuestro país, lo prohíben y Colombia está obligado a cumplirlos.

El narcotráfico es aceptado como un crimen conexo con la rebelión.

Hace mucho, desde el siglo pasado, la CSJ ha reiterado que el delito de rebelión, por sí mismo, no puede llevarse a cabo. Por fuerza se necesitan armas, hay enfrentamientos con el Estado que conllevan pérdida de vidas y hay formas de financiación, conductas ilícitas que por tal razón están unidas a la rebelión y debe reconocerse su conexidad. De todas formas, en cada caso, los jueces dirán si existe conexidad o no.

“Nuestra constitución ha sido sustituida por el acuerdo con las Farc. Esta enmienda estará vigente durante 12 años”, dice la misiva.

Calumniosa esta afirmación. Sustituir la Constitución significa que nuestro modelo económico, político y social ha sido cambiado por otro, No es así. Sigue igual. Sigue la propiedad privada, los derechos fundamentales, el régimen presidencial, el modelo capitalista, el régimen electoral, la separación de poderes, etc. Apenas hay unas pocas curules y el derecho de los desmovilizados a elegir y ser elegidos, lo que es el resultado de la desmovilización.

El senador Uribe asegura igualmente que el gobierno del presidente Santos ignoró el resultado del plebiscito del 2 de octubre en donde ganó el No, alega que al nuevo acuerdo de paz no se le hicieron cambios sustanciales y señala que con “el no comprensible apoyo de la Corte Constitucional” fue ratificado por el Congreso.

Según la Constitución, el Presidente de la República es el único que maneja la paz. Santos le quiso poner un ingrediente político adicional, y, por tanto, no estaba obligado jurídicamente a aceptarlo. Sin hablar de la manipulación del electorado con mentiras, reconocido por el que manejó la campaña de desinformación desde el uribismo, Santos atendió la mayor parte de las objeciones (obvio que no aceptó las que pedían acabar con el proceso de paz) y la Corte Constitucional lo respaldó.

La carta dice que si bien Santos no ha llegado tan lejos como el Presidente Maduro en Venezuela, sí señala que “Colombia necesita cambios profundos” para no seguir dicho camino.

Nuestra democracia es frágil, pero hay una separación de poderes eficaz, tanto, que fue el poder judicial el que impidió la segunda reelección de Uribe, pese al respaldo popular con el que contaba. En este sentido, nuestras instituciones son sólidas, los gremios económicos son poderosos, la clase política es dueña y señora de sus regiones y la ideología de derecha es la mayoritaria dentro del pueblo colombiano. Colombia es un país camandulero y seguirá siéndolo por largo tiempo. En los que hay que poner énfasis en los próximos años es en la lucha contra la corrupción. Ahí se necesita un cambio profundo.

Finalmente, el senador Uribe asegura que solo unos pocos, de al menos 11.000 niños reclutados, han regresado a sus hogares y agrega que las Farc han informado que entregarán 7.000 armas cuando el estimado son 14.000.

En primer lugar, habría que preguntarle al senador Uribe, cuáles son sus fuentes para señalar este número de menores a todas luces exagerado. Y si ello es así, ¿dónde los tienen escondidos? ¿Y si se van a desmovilizar, qué razón tienen para tenerlos en mitad de la selva arriesgándose a perder los beneficios obtenidos? Otra pregunta, ¿cómo sabe Uribe que son 14.000 armas y no 7.000 la armas de las Farc? ¿Tiene infiltradas a las Farc? ¿Cada combatiente andaba con dos fusiles? Ni las Farc deben saber cuantas armas tenían en su poder.

“Nada se ha informado acerca de misiles y otras peligrosas armas de propiedad de las Farc”, dice la misiva.

¿Tiene el senador Uribe información de cantidad y sitios de almacenamiento de estos misiles y "otras peligrosas armas"? Lo que ha dicho la ONU es que las armas diferentes a las que portaba cada guerrillero como explosivos, cilindros bombas, etc. fueron entregadas y destruidas en la primera etapa. Esperemos que culmine el proceso y se informe sobre el particular. Lo demás son especulaciones que buscan sembrar la desconfianza. El clásico tira la piedra y esconde la mano.