Falcao al Mónaco: Triste pero entendible...mmm

Falcao al Mónaco: Triste pero entendible
Mayo 15 de 2013



Aunque mi corazón de hincha se resiste a creer que el ‘Tigre’ se vaya al club del principado, la razón de periodista me dice que es una realidad.

Soy de la Generación X, la de los niños que crecimos con Atari y Nintendo, con Soda Stereoy Guns and Roses, y vimos a Colombia descollar en la Copa América de 1987, la clasificación a Italia 90 y el 1-1 con Alemania; siendo adolescentes fuimos testigos del 5-0 frente a Argentina, la muerte de Kurt Cobain previa al Mundial USA 94 y en plena Copa de la FIFA sufrimos la peor decepción de nuestras vidas futbolísticas, cuando Colombia, el ‘favorito’, fue el primero en empacar maletas de regreso a casa, dejando el Mundial ‘gringo’ sin la melena del ‘Pibe’ Valderrama y las gambetas de Asprilla o el ‘Tren’ Valencia.

Esa tristeza que provocó que la gran generación del fútbol colombiano se le ‘faltoneara’ a todo un país, o aún peor la muerte de Andrés Escobar, trajo como consecuencia que los ídolos de niñez y adolescencia pasaran a un segundo plano. Es más, el sentimiento de amor por la Selección Colombia se opacó totalmente en el Mundial de Francia 98 después de esa incipiente participación al mando de ‘Bolillo’ Gómez en el torneo ‘galo’.

Por eso el amor por la Selecciónempieza a renacer, sólo hasta cuando José Néstor Pékerman llega a Colombia (ver columna) para retomar el proyecto deportivo de un país que a pesar de tener muy buenos jugadores, siempre se caracterizó porque después del Mundial de Estados Unidos 94, con excepción de Reinaldo Rueda, solo tuvo técnicos parroquiales y rosqueros que llegaron al banquillo tricolor con una visión cortoplacista y limitada, que sólo buscaba beneficiar sus propios intereses y los de algunos dirigentes y muchos empresarios.

La llegada de Pékerman coincide con la consolidación de Falcao García como un jugador de élite mundial, que a pesar de no jugar en equipos de élite ha demostrado con creces que su capacidad goleadora y su profesionalismo lo hacen digno de jugar en clubes del talante de Real Madrid, Barcelona, Inter, AC Milan, PSG, Chelsea, Manchester United, Juventus, Liverpool o Bayern Múnich.

No digo que Porto o Atlético Madrid sean chicos, pues su palmarés los ubica dentro del cuadro de honor de equipos que han ganado títulos continentales o intercontinentales. Para el haber de los ‘colchoneros’ se pueden sumar una Intercontinental (1974), dos Supercopas (2010-2012), dos UEFA Europa League (2010-2012) y la extinta Recopa (1962); por su parte, el equipo ‘Dragón’ ostenta dos Intercontinentales (1987-2004), dos Champions League (1987-2004), dos UEFA Europa League (2003-2011) y una Supercopa (2011).

De estos títulos Falcao García fue protagonista principal en las últimas gestas tanto ‘colchonera’ como ‘dragona’, pues fue campeón de la UEFA Europa League en 2011 con Porto y en 2012 con Atlético Madrid, además se coronó campeón de la Supercopa europea, después de que el ‘Aleti’ venciera a Chelsea con goles de la autoría del ‘Tigre’ samario. Como si lo anterior fuera poco, el ariete colombiano es el máximo goleador de la Europa League en una temporada (2010-2011) cuando alcanzó 17 goles, y es el segundo goleador histórico de este torneo con 31 goles y un promedio de 0.93, el mejor de todo el certamen. A Falcao sólo lo supera el sueco Henrick Larsson con 40 goles, pero con un promedio de 0.71.

Su participación en torneos locales de primera división le otorga varios títulos, uno en Argentina con River Plate (Clausura 200, en una época en que el campeonato austral no estaba tan devaluado. En el fútbol lusitano consiguió con Portouna ‘Primeira’ Liga (2010–11), dos Copas de Portugal (2009-2010, 2010-2011) y una Supercopa (2010-2011).

A esto se le suman sus goles en la liga española donde en la temporada 2011-2012 terminó en el tercer lugar de la tabla de anotadores tan solo superado por Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Los goles de Falcao son memorables porque no sólo se los hace a equipos de menor nivel que el Atlético, sino que se los marca a los todopoderosos Barcelona y Real Madrid. De hecho en los dos últimos clásicos le marcó a ‘merengues’ y ‘catalanes’. Serían muchos más los galardones objetivos o subjetivos que se podrían nombrar, pero este escrito se tornaría en una tabla estadística.

Falcao para mí es el mejor jugador que hemos tenido, no sólo por sus logros en Europa, Argentina o la Selección Colombia, sino porque realmente es un ejemplo para los niños y jóvenes del país. Radamel está siempre dispuesto a dar una entrevista, exalta el profesionalismo y los buenos valores, cultiva su espiritualidad y no lo dice de dientes para afuera sino que lo demuestra en su vida personal.

El goleador samario por cosas de la vida, pero bogotano por convicción y adopción, siempre ha dejado claro que está lejos de escándalos, de la vida nocturna y la superficialidad y frivolidad que traen consigo la fama y el reconocimiento.

Por todo lo anterior y por muchas cosas más que por momentos resultan innumerables, es que quería ver a Falcao en uno de los grandes de Europa, porque además de que es mi jugador preferido y el símbolo del renacimiento del fútbol colombiano, estoy seguro que puede triunfar en cualquier gran club del viejo continente, así como algún día lo hizo el tren Valencia cuando se coronó campeón de la Bundesliga en la temporada 1993-1994, siendo goleador del ‘Gigante de Baviera’ que por esos días dirigía Franz Beckenbauer.

Hoy es casi un hecho que Falcao sea nuevo jugador del Mónaco, las razones obedecen más a factores de índole económico que deportivas, pues los dueños del pase de Falcao son parte de un grupo inversor que tiene que recuperar su dinero y el único equipo que pagaría el costo de tener un jugador de los quilates del colombiano es Mónaco, propiedad de un magnate ruso al estilo de Roman Abramovic. (ver nota).

Es triste que Falcao se vaya a un equipo recién ascendido pero con tradición como el Mónaco, y a una liga, que aunque buena y competitiva, no es tan mediática y espectacular como la Premier League o la Bundesliga, o tan tradicional como la Serie A de Italia o la Liga de España.

Pero vivimos en un mundo capitalista y lo que impone las condiciones son las leyes del mercado, por eso si el magnate ruso paga lo que vale Falcao no hay nada que hacer, excepto desearle lo mejor al gran ‘Tigre’ colombiano.