El Madrid sobrevive en la locura

Aunque el Madrid ganó, peor no pudo haberle ido a Mourinho. Sienta a Casillas y su respaldo a Adán queda en ridículo al hacerse expulsar el propio Adán al cometer un penalti que puso contra las cuerdas al Madrid recién empezaba el partido.

Las tribunas, eso está claro, están por entero del lado de Casillas y de ahí que cuando se anunciaba la alineación, el nombre de Mou provocó rechiflas y el de Casillas una ovación. Complicado panorama para el luso y su soberbia.

Solo la casta de sus jugadores sacó adelante un partido embolatado no sólo por la expulsión de Adán sino por la plaga de lesiones que afecta la zaga madridista, sin dejar de lado la tensión que se vive dentro de la plantilla por el ego desbordado de su entrenador.

Cita:

El Madrid sobrevive en la locura 'Hat trick' de Xabi Prieto y doblete de Cristiano El Madrid dio tres palos pese a jugar con uno menos Adán vio al roja a los cinco minutos y Estrada la segunda amarilla a falta de diez TOMÁS CAMPOS 06/01/13 - 19:00. El Madrid lo lleva en los genes. Así de sencillo. Pocos equipos en la historia del fútbol pueden presumir de ser tan competitivos. Son conjuntos que se crecen en la adversidad y son capaces de revertir la situación más complicada. El Madrid pertenece a este selecto grupo y este domingo volvió a demostrarlo. Porque muchos otros hubieran arrojado la toalla. En plena tormenta, con la afición de uñas por el empeño de Mou en apostar por la titularidad de Adán, va el chaval y se va a la calle a las primeras de cambio. El panorama no podía pintar peor, con casi todo el duelo por delante y un rival en plena racha de resultados positivos que se encontraba de sopetón con el escenario soñado. Pero ni por esas. El Madrid se sobrepuso al penalti, a la expulsión de su portero y las numerosas bajas defensivas para sacar adelante un complicadísimo partido con la única ayuda de su casta indomable. Casta de la que bien puede presumir Cristiano, que se echó el equipo a la espalda en una segunda parte memorable. La Real, para qué negarlo, puso de su parte, porque no tuvo la fe suficiente cuando el partido le pedía dar un paso adelante. Jugó al gato y el ratón y acabó pagándolo con una derrota más dolorosa de lo prevista, no por el resultado pero sí por las circunstancias. Ahí, en esa fe que el Madrid mostró a raudales, estuvo la diferencia. Los blancos se adelantaron muy pronto con un tanto de Benzema a pase de Khedira, pero esa promesa de tarde plácida que anhelaba la parroquia merengue se torció bien pronto. Porque Adán se ofuscó en su primera intervención del partido y acabó derribando a Vela tras un mal pase a Carvalho. La roja le dejaba en el desconsuelo más absoluto y brindaba una nueva oportunidad al defenestrado Casillas. Iker salió entre vítores y exclamaciones de aprobación, pero no pudo detener el penalti lanzado por Xabi Prieto. Hasta aquí el guión de Hollywood que el partido perfilaba. De hecho, el capitán madridista cometió una pifia en su primera intervención, error que Xabi Prieto no supo rentabilizar con un remate que se estrelló en el lateral de la red. Para ser justos, y esto hay que aclararlo, Casillas tuvo poco que ver con la machada merengue. Ni siquiera una parada reseñable en 85 minutos. Lujo de Khedira El Madrid recompuso la figura con el paso de los minutos y obligó a la Real a probar fortuna con disparos lejanos que nunca pusieron en aprietos a Iker. Este fútbol contemplativo suele ser letal cuando tienes al Madrid enfrente y los donostiarras acabaron pagándolo con un segundo tanto local. Carvalho remataba un córner y Khedira desvíaba su disparo de tacón para sorpresa de Bravo. Con todo, esta Real tiene mucho talento arriba y una nueva intervención de Vela era aprovechada por Xabi Prieto para establecer el empate al filo del descanso. Benzema, con un espectacular remate al palo, tuvo la última ocasión del primer acto. El Madrid dejaba claro que no daba la batalla por perdida. La segunda parte mostró las mejores virtudes del Madrid eterno, con Cristiano como mascarón de proa de una ofensiva rabiosa. El portugués probó fortuna desde todos los ángulos posibles, pero tuvo que mediar un gran pase de Benzema para que llegara el tercero de las huestes mourinhistas. El cuarto, con el luso también como protagonista, contó con la inestimable colaboración de Bravo, que no supo despejar un potente pero centrado disparo de CR7 que tocó en el larguero antes de besar las mallas. Higuaín pudo poner el cascabel al gato con un remate que escupió el larguero, instantes antes de que Prieto anotara el tercero de los vascos a pase del Chory Castro. Quedaba un cuarto de hora por delante pero el triunfo local no llegó a peligrar. Entre otras cosas porque fue el Madrid el que gozó de nuevas ocasiones, con Varane fallando una volea a bocajarro y Cristiano rozando el 'hat trick' con un remate que entre Bravo y el palo derecho despacharon a córner. La Real por su parte perdería a Estrada por el camino al ver su segunda amarilla. Así discurrió una contienda que deja a las claras las grandezas y miserias de un equipo que vive en el filo de la navaja. De Cristiano y los suyos siempre se puede esperar un esfuerzo más, pero convendría que Mou pusiera de su parte evitando crispaciones. En cuanto a la Real, tuvo el escenario soñado y acabó derrotada. Cuestión de fe y cuestión de genes. Y es que quien dé por enterrado al Madrid es que no lo conoce.

Fuente: Marca