El restaurante poetico

El Restaurante Poético

Eran dos compadres del campo y un día decidieron viajar a la ciudad. Todo transcurrió a la normalidad hasta que les empezó a dar hambre. Rápidamente buscaron un restaurante y al final encontraron uno que en el letrero decía: "Restaurante: Pida con poesía y se le atenderá con cortesía". Cuando entraron se sentaron en una mesa y empezaron a llamar al mesero y éste los ignoró, desesperados empezaron a pegar de brincos y a gritarle al mesero, pero éste no les puso atención. En eso entró un señor mayor con una jovencita, tomaron asiento y el señor le habló al mesero:

- Lero, lero... mesero. El mesero fue de inmediato a tomar la orden del señor que le dijo: - Para mi sobrina cuyo nombre es Josefina, un caldo de gallina, y para mí que me llamo José, una taza de café.

El mesero tomó la orden y se marchó. Los dos compadres observaron lo que tenían que hacer y lo pusieron en práctica: - Lero, lero... mesero. El mesero ahora sí fue con los campesinos y les preguntó que deseaban y Uno le dijo: - Para mi compadre una carne asada, hijo de la ch!ng@d@, y a mí traeme unos huevos con jamón, c@br0n. El mesero velozmente le contestó: - También tenemos huevos en vinagre, hijos de su p!nch# madre.