El mérito de Fernando Gaitán, y en general de los buenos libretistas es la capacidad para recrear una historia conocida. Gaitán supo imaginarse al patito feo en el mundo del modelaje, llevando la situación al otro extremo. Ahí comenzó el éxito. Buenos actores, un director comprometido y fino humor apuntalaron la novela y la convirtieron en un éxito mundial.

Cinco semestres en La San Marino y el diablo es puerco... expresiones que calaron como la gestualidad y el nombre de Freddy Stewart Contreras... muchas cosas para recordar... lástima que el Capo y Cia, hayan narcotizado el talento y hoy, el aburrimiento cunda por doquier.