¿como me la saco de la cabeza?
 

la conozco hace 6 u 8 años, a mi compañera de trabajo le llevo 5 años, yo tengo 33, al principio nunca desperto en mi ninguna curiosidad, no me agradaba para nada, era como una sombra en la empresa, nadie se fijaba en ella, pero de un tiempo para aca, sufrio una transformacion increible, no me pregunten por qué, pero hoy en dia, es la niña mas hermosa de la empresa. Los dias felices comenzaron cuando por cosas del trabajo comenzamos a conversar mas de la cuenta, a vernos mas seguido durante el dia y de repente el tema del sexo y lo rico que és, salio a relucir. Lo recuerdo muy bien, ella fue la que puso el tema. Yo me ruborice y no podia creerlo. Ese fue el inicio de mi aventura, pasion y sufrimiento. Paso algun tiempo y ella ya se sentaba al lado de mi escritorio, me haci visita y yo le hacia visita tambien. Su olor corporal me exitaba demaciado, el pelo y sus aromas de balsamos mezclados con sudor de sus axilas luego de todo un dia de trabajo, hacian mas intimas las conversaciones, aquello de las feromonas lo doy por hecho cierto, en algun momento el roce de sus manos con mis piernas fue acercandonos mas hasta que le dije anticipadamente que me disculpara por lo que yo iba a hacer... la bese. Ella no opuso resistencia pero por estar en una oficina y el miedo a que alguien nos viera nos hizo interrumpir. Era cuestion de tiempo. "¿me haces unos masajitos en el cuello?" me decia ella, con todo el gusto del mundo se los hacia. Fue mi primera infidelidad, yo no queria seguir adelante, me daba mucho miedo, pensaba que depronto ella me estaba utilizando, que me iba a poner una trampa con el jefe, me exitaba demaciado, hasta el punto en que ella lo notaba, era evidente. Pasaron muchos dias entre visitas, masajes y conversaciones, tantos y tan exitantes que tuve que recurir a metodos como masturbarme antes de que ella me hiciera la ultima visita para no caer en la tentacion. Por unos dias el sistema funciono, pero eso de verse todos los dias, miradas sutiles, masajes, caricias en algun momento tenia que reventar. Ya no pude controlarme y de los masajes pasamos a las caricias, yo le tocaba los senos y ella se recostaba en la silla de oficina estirando los pies y levantando el cuello, le besaba las orejitas, le mordia los extremos de los labios. Cada dia algo nuevo y finalmente ella se sento encima de mis piernas, empezo a moverce tratando de encontrar el punto en el cual la parte mas dura de mi pene tocaba la parte mas sencible de ella, su clitoris, ella se masturbaba encima de mi pero aun vestidos. Yo la hacia venir sin desnudarnos, el miedo de que alguien subiera las escaleras de mi oficina hacia mas exitante la escena, y mas de una vez nos tocó parar al sentir los pasos de personas que me necesitaban. Confiezo que tuve que luchar mucho para evitar seguir en los malos pasos, pero es algo que esta en el instinto que uno muy dificilmente puede controlar. En un pequeño cuarto al lado de mi oficina algun dia despues de los masajes me la lleve, nos encerramos y le subi la faldita que llevaba, le acaricie las nalgas, la olfatee por todas partes, con la punta de mis dedos le corri la tanguita negra que tenia puesta, no se las quite, solo las movi lo suficiente para que mi pene erecto pudiera entrar. Asi lo hice, la penetre de espaldas, en un cuarto oscuro, lleno de muestras de la empresa, ella levantaba una piernita en un cajon mientras posaba sus manos contra la pared. Yo no tenia preservativo, estaba tan humeda su vagina que calleron algunas gotas al piso. Ella jadeaba, me decia que no parara, le lamia el cuello, buscaba ese olor que emanaba de sus axilas que tanto me exita, cuando yo no aguantaba mas le dije que me iba para el baño a terminar para no ensuciar algo en el pequeño cuarto. Era rutinario, una vez a la semana. Algunas veces ella me acompañaba al baño, otras no, por si depronto aguien subia, Las veces que me acompaño al baño, me cogia el pene lo apretaba y lo sacudia, de una manera deliciosa y cuando ya me iba a venir yo le ayudaba y entre las dos manos, apuntandole al lavamanos eyaculaba con toda la fuerza del mundo.


mas a delante continuo...

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buen relato.....
esperadno la continuación!!!
describe bien como es ell!!!
y dalealgo mas de erotismo!!!
redcomendación , y con todo respeto... si la tienes contig en el baño para que echarlo en el labamanos teniendo su boca tan cerca!!!

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a ella no le gusta mucho el contacto fisico, es muy rara, no se si es por algo en especial, rara vez se deja dar un beso en la boca, estoy seguro eso si que no es por falta de aseo o algo por el estilo, hay algo en la personalidad de esta mujer, en la infancia no la trataron bien, no la cargaron, o no le dieron mucho cariño, porque no es de abrasos, de pico, nada, mucho menos venirmene en la boca, claro que lo pense, y se lo dije, pero a ella no le gusta.

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todo bien socio, aca esperadno el resto del relato!!!
si me quieres escribir algo haslo por el perfil , para no volvr los temas como un chat!!!
nos vemos y no se te olvide el resto del relato!!

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Excelente relato

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huy que buen relato es demasiado bueno ademas es rico follar y estar uno en la juega de que nos pueden ver" esperando la continuacion...

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excelente sube el resto pronto

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Hay situaciones o personas a las que es difícil olvidar. Da igual su aspecto físico, lo importante es lo que sentimos foyando con esas personas. A una de mis novias aún hoy la recuerdo. Natalia, rellenita, risa contagiosa, culona, pechos perfectos, cintura estrecha, parecía sudamericana, una belleza.
No he podido olvidar su olor, el sabor de su coño, de su colo, su virginidad. Me encantaba besarla. Se dejaba hacer de todo.
Yo era mayor que ella (19 frente a 18), notaba como estaba colada por mí, además me lo decía, lo guapo que era.
Siempre me la camelaba para llevármela a un lugar apartado. Entonces le comía sus labios, sus pechos (preciosos y grandes), notar como se le endurecían me ponía malo. Acomodarla para comerle el coño (era lo que más me molaba), sentir como se corría, comerme sus flujos, comerme su culo literalmente, oírla gemir....
El momento de desvirgarla no fue el más higiénico, pero si un momento de amor. Tras el sexo oral, meter mi poya en su chochito virgen fue, además de una responsabilidad, un placer intenso. Mi poya superdura, grande, introducirla por su chochito estrechito costó. Pero una vez dentro, uff, qué placer. Decir que tras foyármela mi poya siempre estaba blanquecina de sus flujos. Natalia era un amor, era mi amor. La dejé por una estupidez y aún hoy no he podido olvidarla.

Deciros que foyármela por el culo era lo más. Culona, sexy. Las primeras veces era casi imposible meter mi enorme poyaza en su culo, pero era una tía tan caliente que se acostumbró. Y no sólo eso, es la única chica que me he foyado, que llegó a preferir el sexo anal al vaginal.
Su culo siempre estaba lleno de mi leche. Natalia, te sigo queriendo, aunque esté con otra

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Excelente relato....