DeNunCianDo - Farc deben dejar el cinismo y reconocer sus víctimas, y 3 opiniones para que forme la suya

http://www.pulzo.com/sites/default/f...?itok=smr055f0 Yamil Lage - AFP
Las Farc deben ser claras a la hora de reconocer a sus víctimas en aras de mantener la confianza en torno al proceso de paz

Dice María Elvira Samper en El Espectador que los negociadores del grupo guerrillero no pueden desconocer que su organización ha cometido toda clase de faltas al Derecho Internacional Humanitario (DIH).
“Olvida el prepotente Iván Márquez [...] que tanto para el derecho consuetudinario de la guerra como para el DIH, el hecho de que un grupo armado sea parte en un conflicto interno —llámese como se llame, guerrilla, ejército popular, ejército de liberación, frente de resistencia o grupo criminal— obliga a sus miembros a respetar las normas de la guerra”, apunta Samper.
En ese sentido, hace mal la guerrilla al decir que personas como el general en retiro Luis Mendieta no ha sido una víctima de las Farc con el argumento de que fue un “prisionero de guerra”. El grupo subversivo no debe adoptar actitudes cínicas con quienes han sido afectados por sus acciones.
Y mientras el Estado colombiano ya reconoció la existencia de un conflicto y de las víctimas que ha dejado, las Farc “se resisten a aceptar, sin eufemismos ni matices, el daño que han hecho y las víctimas que han dejado”, indica Samper.
Porque son justamente las víctimas “las que dan sentido moral al proceso que busca deslindar la violencia de la política”.
Uno de los grandes retos con el proceso de paz es afrontar la paradójica actitud con los guerrilleros: no los queremos combatiendo, pero tampoco los queremos desmovilizados

“No queremos la guerra pero tampoco aceptamos de buena gana los procesos de desarme y desmovilización”, escribe Jorge Giraldo Ramírez en El Colombiano.
Ese dilema tendrá que afrontarlo el país en el momento en que se firme la paz con las Farc, pues serán muchos los milicianos que tendrán que reintegrarse, habiendo pasado o no por una cárcel, a la vida civil.
El problema es el temor y la desconfianza infundadas que hay respecto a los procesos de desmovilización, pues pese que sus resultados han sido positivos, políticos y medios de comunicación envían a la opinión pública un mensaje que “no solo es falso sino contraproducente”.
“Estigmatizamos razonablemente al guerrero, pero si modifica sus patrones de conducta, lo seguimos estigmatizando”, señala Giraldo Ramírez.
Al señalar a las personas preocupadas por el medio ambiente como ‘ambientalistas radicales’, el Gobierno demuestra que la protección del ambiente no es prioritaria

El exministro de Medio Ambiente Manuel Rodríguez Becerra, en su columna de El Tiempo, se refiere a la frase “No podemos dejarnos ganar por los ambientalistas radicales” de Natalia Gutiérrez (nueva directora de la Agencia Nacional de Minas (ANM) para opinar sobre el manejo que el mandato de Juan Manuel Santos le da al medio ambiente, que no es prioritario para el Presidente.

Como ejemplo de su argumento, Rodríguez Becerra resalta el hecho de que durante su primer gobierno, Santos tuvo cinco jefes de cartera de ambiente, de los cuales la mayoría no tenía calificación del cargo.
El exministro también resalta el hecho de que el manejo que le da el ejecutivo al tema opaca los logros que se han hecho en materia ambiental.
Y otro ejemplo son los casos del ‘fracking’ y las licencias ambientales exprés. En ese sentido, dice Rodríguez Becerra, parece que el Presidente tiene como mayor prioridad garantizar “la seguridad jurídica del inversionista”.
La aprobación de la lista cerrada en el congreso debe ir acompañada de un empoderamiento ciudadano con el sistema electoral

Si bien ha sido un gran paso que ese punto de la reforma de equilibrio de poderes haya pasado se segundo debate, Héctor Riveros, en La Silla Vacía, plantea que los votantes deben ser ahora los encargados de acabar las clientelas electorales del actual sistema electoral, en el que más que buscar el apoyo a un partido político, se premia a un solo candidato que puede canalizar los recursos para favorecerse a él mismo.
En este momento, las colectividades tienen dos opciones para presentarse a los comicios legislativos: voto preferente o voto no preferente. En la primera, el ciudadano puede elegir al candidato a la Cámara o al Senado de su preferencia. En la segunda, el votante elige al partido de su interés y, dependiendo de la ubicación de los integrantes de esa lista y de los apoyos que consiga, la colectividad obtendrá cierto número de curules.

Quitarles esa opción a los partidos, con la obligatoriedad de presentar listas cerradas, dice Riveros, podría ser antidemocrático: “Claro que es mejor que el elector pudiera elegir entre los candidatos. Claro que hay el riesgo de que las directivas de los partidos terminen apropiados de las listas y poniendo en los mejores lugares a su rosca y etc, etc, pero aun así ese sistema es mucho mejor que el de las tulas de plata”.
Sin embargo, comenta el columnista que es mejor un sistema que garantice que no haya incentivos perversos para que los candidatos se promuevan solo a ellos.