DeNunCianDo - Las redes sociales cerradas en el Ejército

En la mañana de este jueves el expresidente Álvaro Uribe lanzó un duro trino relacionado con la orden expresa del segundo comandante del Ejército, mayor Hernán Giraldo, en el sentido de que se debían cerrar todas las cuentas de las redes sociales de las Unidades que incluyen divisiones y brigadas.

El exjefe de Estado escribió:

Muchos no entendían de qué se trataba. En efecto el general Giraldo envió un radiograma con el rótulo de secreto y las iniciales de la Dirección de Comunicaciones del Ejército (Dicoe), el miércoles pasado donde advierte que las cuentas de Facebook, Twitter, Instagram, Blogs y YouTube debían cerrarse.

En un principio se creyó que la decisión tenía que ver con la polémica que se generó desde el lunes pasado, a raíz de las denuncias del candidato vicepresidencial Germán Vargas Lleras, sobre la presunta participación de policías y militares en política.

De hecho, en las redes sociales, desde hace varias semanas, decenas de uniformados habían sucumbido a enviar cadenas con diversas especulaciones políticas y supuestas decisiones gubernamentales sobre el futuro de las fuerzas.

La versión del Ejército sobre esa directiva, sin embargo, apunta a un asunto un poco más mundano. Según ellos, la motivación consiste en que la suspensión del manejo de redes se debe a que el personal encargado de esta actividad no estaba suficientemente capacitado. Cometían constantes equivocaciones como no tener claridad en el mensaje al momento de transmitir una determinada información e, incluso, se presentaban errores “de ortógrafía”.

Por esta razón, decidieron contratar al Grupo Rendon para que dicte una capacitación de dos días a todo el personal involucrado en redes sociales del Ejército. Hasta antes de esta directiva el Ejército contaba con 36 cuentas de Twitter. Según la comunicación sólo quedaron autorizadas las cuentas oficiales de esa institución y la del comandante.

Este jueves algunas de las brigadas que no habían acatado la orden comenzaron a cerrar sus cuentas cuando desde la oficina de comunicaciones del Ejército los llamaron para que cumplieran la orden que había dictado el segundo comandante de esa institución.