Leyendo los anteriores comentarios no sabía si estaban tomando el pelo o de verdad lo decían en serio.

Las Farc no son santo de mi devoción y rechazo sus violaciones a los Convenios de Ginebra, su soberbia y su cinismo, pero de ahí a pensar que atenten contra una candidata de la izquierda democrática, cuando precisamente están en conversaciones de paz, no solo es un exabrupto sino querer tapar el sol con un dedo.

Lo sabemos y lo vamos a sufrir en los próximos años, luego de firmarse la terminación del conflicto armado. Vamos a tener un incremento grande de la violencia, una guerra sucia instigada por la derecha agraria que durante los dos últimos siglos ha sido dueña de vidas y bienes.

Lo de Aída Abella es obvio que sólo es una advertencia. si hubieran querido matarla lo hubieran hechos. Sólo es un amedrentamiento que busca sembrar el pánico en las filas de la UP.

El gobierno debe proteger la vida no sólo de Aída Abella sino de todos los candidatos que de una u otra forma cuestionen el viejo país de las castas y los privilegios. Ellos serán el blanco de los primates de la guerra.