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Concejal de Chía que se fugó dice que es perseguido y anuncia demanda

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Carlos Martínez fue destituido por Procuraduría en primera instancia. Llegó al cargo con 276 votos.

El concejal de Chía Carlos Enrique Martínez (elegido por el Grupo por el cambio con 276 votos) se defendió de las acusaciones que recaen sobre él por el polémico episodio que protagonizó en la madrugada del domingo, cuando escapó para evitar una requisa en un retén de la Policía. No es la primera vez que está en medio de un escándalo. La Procuraduría ya lo destituyó e inhabilitó 10 años por agredir a policías. No obstante, este lunes anunció que todo se trata de una persecución y que demandará a la Policía Nacional.

EL TIEMPO habló con el cabildante, quien negó haber evadido el llamado de las autoridades y, por el contrario, las acusó de supuesta agresión en el operativo.

¿Qué pasó en la madrugada del domingo?
Yo venía de la casa de mi novia, que vive en la Circunvalar. Había un bloqueo (de la Policía) y me retuvieron; les manifesté que no iba a abrir el carro hasta que no fuera a una unidad militar, pero no accedieron.

¿Por qué aparece en la avenida Caracas?
Unas cinco cuadras antes de llegar a la Caracas sonaron disparos, explotaron dos llantas de mi camioneta (y) una patrulla de la Policía estaba siguiendo mi carro. Me pareció extraño el proceder de las autoridades, por lo que no detuve la camioneta.

¿Quién iba con usted y cuál era su estado?
Mi acompañante, un amigo mío, se había quedado a dormir en la casa de mi novia porque estaba muy tomado; iba cansado y tal vez se quedó dormido. Aunque lo dudo porque estábamos muy asustados por los disparos.

¿Eso lo lleva, entonces, a cometer seis infracciones de tránsito?
Estaba en riesgo mi integridad. No confiaba en el procedimiento de la Policía. Llegar a la unidad militar me brindaba garantías.

Es la segunda vez que se niega al llamado de la Policía...
Nunca me he negado a un llamado de las autoridades. En el procedimiento anterior yo fui el que confesó la infracción; en esa oportunidad inmovilizaron la moto y me hicieron un comparendo, que pagué.

También lo acusan de hacer disparos al aire...
Esa acusación es falsa. Yo solo he tenido dos inconvenientes con la Policía: el que acabo de mencionar y este.

Algunos concejales piden su renuncia. ¿Qué opina?
Lo que opinen esas personas me tiene sin cuidado. Si lo hiciera una persona con mayor criterio y conocimiento sobre el tema, me preocuparía (...), pero personas que solo han hecho una guerra sucia contra mí, no.

Hay quienes piensan que usted no da buen ejemplo...
Las personas que dan esas opiniones no me conocen y se basan en el negocio de los medios, que solo quieren acabar con el buen nombre de las personas.

En el video de RCN usted huye de la Policía...
Uno no huye de las autoridades hacia un establecimiento militar. Eso no tiene razón de ser. Yo me dirigí a una unidad militar (y) no superé la velocidad de 15 kilómetros por hora. Eso no es una huida.

¿No cree que cuando tomó la carrera 13 en contravía puso en riesgo la vida de personas que estaban en el sector?
Nunca superé una velocidad de 15 kilómetros por hora. Pensar que pongo en riesgo la vida de personas es un poco extralimitado (...). No es la primera vez que tengo inconvenientes con la Policía. Tengo una denuncia en su contra ante la Corte Interamericana por violación de derechos humanos.

¿Emprenderá una nueva acción judicial contra la institución?
No contra la Policía; contra algunos funcionarios. Hubo un policía que fue agresivo y abusó de su autoridad. Tengo cicatrices en mi cara en el momento de la captura.

El concejal que está en la comisión de ética

Carlos Enrique Martínez, de 28 años, estudió en el Gimnasio Joaquín Casas y Gerencia de la Seguridad en la Escuela de Inteligencia y Contrainteligencia del Ejército Nacional. Salió elegido por primera vez como concejal de Chía en el 2011. Lo consiguió por la vía de recoger firmas por un movimiento independiente que él creó: Grupo por el Cambio. Por el umbral consiguió llegar al Concejo con 276 votos, la más baja votación de los 15 miembros de la corporación. Al tomar posesión reiteró la bandera de su campaña: liderar el cambio de imagen de los políticos. Paradójicamente se lo ha conocido más por los escándalos por él protagonizados, que hoy avergüenzan a sus compañeros de curul –afirman ellos–, que por las iniciativas presentadas. Más aún, cuando Martínez pertenece a la comisión de ética del Concejo. No ha sido un ausentista, pero pidió al Concejo una extraña licencia para no ir 90 días, de enero a marzo de este año, por causas no motivadas. Según unas versiones, lo hizo para ir a Venezuela a hacer campaña política y evadir los escándalos. Otras afirman que Martínez es asesor de la gobernación del estado Táchira. Cuando al concejal le preguntan por qué causa tanto escándalo responde que es “un perseguido de las mafias políticas”.

La Fiscalía deja libre a Carlos Martínez

El polémico concejal Carlos Enrique Martínez quedó libre al mediodía de ayer al no encontrar la Fiscalía méritos para legalizar su captura ni dictarle medida de aseguramiento al no tener pruebas para ello. Su libertad fue ordenada 24 horas después de estar detenido en la Unidad de Reacción Inmediata de La Granja, tras protagonizar una cinematográfica y peligrosa huida de las autoridades por
calles del norte y occidente de Bogotá, que lo requirieron en la madrugada del domingo cuando se encontraba en su vehículo en aparente estado de embriaguez. Sin embargo, el Instituto de Medicina Legal certificó que la prueba de alcoholemia había dado negativa. No obstante, el director del Instituto, Carlos Eduardo Valdés, le dijo a la prensa que ese resultado se presentó al practicarse el examen de sangre seis horas y media después del incidente, por cuanto el concejal no permitió que se hicieran antes los análisis. Lo único que el servidor público tendrá que pagar son las seis infracciones cometidas (semáforo en rojo e ir en contravía, entre otras), por valor de 2’062.000 pesos.

ALEJANDRA P. SERRANO GUZMÁN
Redacción EL TIEMPO