DeNunCianDo - la paciencia tiene limites señor presidente

De acuerdo señor presidente, “La paciencia de los colombianos tiene límites”. Y sí que los está marcando el paro nacional agrario que amenaza con extenderse a los principales renglones económicos del país. Hace mucho tiempo en la historia nacional no se vivía una situación de tal conmoción, donde la protesta ya no es sólo en las zonas de colonización y periferias sino en el mismísimo corazón de Colombia: el altiplano cundiboyacense. Esta sacudida muestra la verdadera punta del iceberg del inconformismo colombiano.

Irónicamente, el tratamiento que al paro le ha dado el Presidente, lo erigen como el principal instigador de la protesta. No lo fueron las Farc, como siempre se ha promulgado, aunque por cierto ven fortalecida su imagen con el paro, dado que muchos de sus planteamientos coinciden con los de los campesinos que hoy paralizan carreteras en muchos departamentos. Ya la Mane, la USO y Fecode, entre otros gremios anuncian protestas desde las ciudades, fraguándose un paro nacional de imprevisibles consecuencias. Paradójico que Santos azuce a los campesinos: “es un paro pobre”, ha dicho para referirse a sus reclamos. Al sentirse humillados, hasta los escépticos se vuelcan a las vías. Asustado con el incendio que se extiende, el Presidente usa el viejo truco del patrón Uribe. Igual que éste que no veía el conflicto armado, minimiza el paro, y las fuerzas armadas irrumpen violentamente contra la protesta.

Preocupante que las respuestas gubernamental a los pequeños mineros, lecheros, paperos, arroceros, paneleros, cacaoteros, cafeteros…, quebrados porque no pueden competir con las importaciones subsidiadas de países desarrollados, sean golpizas, detenciones, violaciones de viviendas y asesinatos (se han denunciado por lo menos cuatro), es decir, el terror generalizado, como se aprecia en los medios. Así resulta remoto el cumplimiento de la agenda agraria acordada en La Habana, de la cual alardea el gobierno, máxime si se les exige el levantamiento del paro, para que los burócratas puedan sentarse con los representantes campesinos a repetir promesas que no cumplirán. Este proceder amenaza con agravar el conflicto e incendiar toda la pradera. Adicionalmente, los manifestantes ya no se amedrentan con el desgastado discurso oficial de estar infiltrados por la guerrilla. La ruina del agro deviene por imposibilidad de competir con importaciones subsidiadas, altos precios en insumos, “certificación” de semillas, múltiples intermediarios, inasistencia técnica, etc. Urge cambiar este modelo económico neoliberal, causante de semejante cataclismo en la vida nacional. A todas estas ¿De qué sirvió la pasada visita de Santos y Uribe al Huila?