DeNunCianDo - Vienen más lloriqueos!:El proyecto es llevar a Petro a la Presidencia': Guillermo Jaramillo

'El proyecto es llevar a Petro a la Presidencia': Guillermo Jaramillo

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Guillermo Alfonso Jaramillo asumió esta semana como secretario de Gobierno de Bogotá. Foto: Carlos Ortega / EL TIEMPO

El nuevo secretario de Gobierno abre las puertas de la administración a otros partidos.

El nuevo secretario de Gobierno de Bogotá, el cirujano cardiólogo pediátrico Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez, tomó posesión de su cargo esta semana y ya tiene listas sus dos prioridades: sellar un “acuerdo programático” con el Concejo que permita la participación de otros partidos en la Administración Distrital y seguir trabajando por una meta que anticipa desde ya: “El proyecto político de nosotros es llevar a Gustavo Petro a la Presidencia. Yo estoy aquí para colaborarle para que sea presidente”.
¿Cómo serán las nuevas relaciones con el Concejo?
Hay una administración que fue elegida por voto popular y hay unos representantes de la población, que son los concejales. Ambos poderes son fundamentales. Lo que nosotros deseamos es tener las mejores relaciones. En eso hemos perdido un poco de tiempo y las relaciones no han sido las más adecuadas, pues hemos tenido mucho conflicto.
¿A qué atribuye eso?
A lo que sucedió con la anterior administración (de Samuel Moreno Rojas). No hemos podido explicar claramente cómo son las relaciones que queremos tener, y ellos tampoco han entendido en qué forma se pueden entender con esta alcaldía.
¿No hubo satanización del Concejo por parte del alcalde Petro?
Desafortunadamente, algunos concejales aparecen en investigaciones sobre ese tema (el ‘carrusel’ de la contratación). Ojalá se termine sabiendo si hay responsables o no. Pero acá ha quedado más la pelea entre la Administración y el Concejo. El interés mío fundamental, con el respaldo del Alcalde, es poder tener unas relaciones claras y abiertas, totalmente transparentes. Desde un principio, el Alcalde ha tratado de buscar alternativas para la gobernabilidad y no lo ha conseguido. Vamos a profundizar en eso y hemos sido claros en un acuerdo sobre lo fundamental.
¿Y eso qué significa?
Voy a mencionar un caso. Cambio Radical tiene a Germán Vargas Lleras (ministro de Vivienda), que fue candidato presidencial y posteriormente fue invitado por Santos a trabajar con él, y ellos han hecho un binomio interesante, trabajando por la vivienda popular gratuita. Yo me pregunto, entonces, ¿no podemos sentarnos con Cambio Radical, limar las asperezas que puedan existir entre Petro y Vargas Lleras y encontrar un acuerdo sobre lo fundamental para encauzar la inversión en materia de vivienda gratuita?
¿Eso significaría darle una secretaría a Cambio Radical?
Eso significaría sentarnos a hacer un acuerdo programático, que es lo que vamos a hacer. Poder decirle a la bancada de Cambio Radical: ¿Por qué no consiguen a uno de sus mejores hombres o mujeres, y entre todos colaboramos y sacamos adelante este proyecto?
¿Eso no es clientelismo o lo que eufemísticamente llaman ahora repartir la ‘mermelada’?
Pero entonces la ‘mermelada’ la está repartiendo, Santos y en todas partes. ¿Por qué Santos sí puede llamar a un contradictor de su campaña presidencial y a su colectividad, como Cambio Radical, y si nosotros hacemos eso entonces es clientelismo?
El entonces secretario de Gobierno Antonio Navarro Wolff ya había propuesto eso, a comienzos del año pasado, y no fue viable...
Hay que entender que este es un gobierno de minorías. ¿Cómo hacemos? Pues hay que hacer alianzas, acuerdos, y no negocios, como los Nule.
¿Será a partir de la repartición de puestos?
No, señores. Cada uno que venga tiene que asumir una responsabilidad, no es llegar a hacer contratos, o buscar puestos, sino venir a trabajar por Bogotá.
¿Pero cómo van a explicar esto, teniendo en cuenta que el propio Petro se ha opuesto a ese tipo de relaciones basadas en el clientelismo? ¿Los progresistas van a repartir mermelada?
¿Cómo hace un gobierno minoritario? Ya lo hemos visto en este año y medio: tenemos a la gran prensa, a todos los medios, que no le ven nada bueno a Petro, tenemos unas presiones inmensas por sacar adelante esta ciudad y no llegamos a acuerdos con el Concejo, no se aprueban los proyectos que estamos presentando...
Ustedes buscaron una relación basada en el debate de las ideas, y eso no les funcionó. ¿Ahora será con puestos?
No, no es con puestos. Son programas concretos para que cada uno se responsabilice de lo que vamos a hacer. Hay un Plan de Desarrollo, aprobado por el Concejo, y sobre eso debe crearse una posibilidad de acuerdo programático.
Pero esa expresión, ‘acuerdo programático’, suele usarse para camuflar el clientelismo...
No, porque otra cosa sería coger a concejal por concejal y decirle 'venga y le doy un puestico', y eso no es así. Esto es por encima de la mesa y con acuerdos con las bancadas. Por ejemplo, ¿cómo nos entendemos con 'la U'? Allí unos son santistas y otros, uribistas. Hoy, Petro y Santos están trabajando por solucionar los graves problemas de movilidad. ¿Por qué no les podemos decir al presidente Santos y a quienes lo representan en el Concejo que busquen a uno de sus mejores hombres o mujeres y nos ayuden en ese trabajo?
¿La burocracia es la salida?
Ustedes pueden ponerle los títulos que quieran, y vuelvo y les repito: aquí no hay ningún problema de que Santos haya hecho la Unidad Nacional. Ahora, cuando nosotros estamos diciendo la ‘Bogotá Humana’ para todos, vengan y participen, vengan y ayuden, entonces nos volvimos clientelistas...
El entonces alcalde Antanas Mockus gobernó sin acuerdos clientelistas con el Concejo...
En ese caso todo fue diferente. Él no necesitó de ningún cupo de endeudamiento porque tenía las arcas repletas. El exalcalde Jaime Castro le dejó arreglado a Mockus todo lo administrativo, y él hizo otro proceso diferente. Pero hoy hay una situación real y definitiva, y es que se necesitan 5 billones de pesos para que el proyecto que aprobó el mismo Concejo, el Plan de Desarrollo, pueda ser una realidad. El año pasado buscamos un camino independiente, donde nosotros creíamos que todo era de buena fe, de voluntades, que no necesitábamos de nadie, pero hemos visto que no va a ser ese camino y hay que buscar otras alternativas. Hay fuerzas importantes que quieren trabajar con nosotros. Hay que entender qué es benéfico para Bogotá: si seguir en una pelea con la Nación, con Cundinamarca, con el Concejo, y después nos dirán que no se hizo absolutamente nada porque no fuimos capaces de ponernos de acuerdo en lo fundamental y se prefirió una pelea intestina e ideológica. Petro ha diseñado algo diferente para Bogotá, que no les cala a ciertas personas. Entonces, lo que estamos diciendo es: acá hay un Plan de Desarrollo aprobado por el Concejo, y sobre eso hay que buscar un acuerdo.
¿La Alcaldía no va a ser puestera?
Eso es que usted llegue con unas hojas de vida, en la clandestinidad, y eso no lo queremos. Queremos es sentarnos con los partidos y que vengan a trabajar, que se comprometan políticamente a trabajar por el Plan de Desarrollo, y con resultados. Vamos a coadministrar. Los partidos políticos en Colombia son, desafortunadamente, empresas privadas. Hay 45 intereses políticos en el Concejo, que lo hacen mucho más difícil. Las relaciones con el Concejo pueden ser al menudeo, y se han hecho y pueden resultar. Pero nosotros queremos otro tipo de relaciones, con las bancadas, con los dirigentes de esos partidos, sobre cosas concretas programáticas.
¿Va a haber cambios en el gabinete?
Todo depende de la posibilidad de ese entendimiento programático.
¿Para cuándo estarían listos esos acuerdos?
Yo no sé, puede que yo también fracase en este propósito... pero como yo pertenezco al ‘batallón suicida’ de Petro, pues no tengo problema. Quiero hablar con la colectividad conservadora, ya hemos hablado con el exministro Horacio Serpa, hablé con (el expresidente) Samper, voy a buscar a Simón Gaviria, ya estoy en charlas con Juan Fernando Cristo, todas esas personas del Partido Liberal, para buscar un entendimiento con ellos; he tenido la oportunidad de hablar con Aurelio Irragorri (presidente del partido de 'la U'), con Armando Benedetti. Estamos completamente comprometidos con la paz y apoyamos totalmente al Gobierno Nacional. Nos la jugamos ciento por ciento con Santos por la paz.
¿Y qué tal que se desate una rapiña de puestos por parte de los concejales? ¿Qué tal que ustedes les ofrezcan la mano y después les tomen el codo?
Eso depende. Si a usted lo comienzan a enamorar y del besito pasan a otra cosa, eso ya es problema suyo. Nosotros aquí vamos a poner reglas claras. Esto es trabajar por Bogotá con transparencia, dedicación y responsabilidad política.
¿Y si los concejales toman las secretarías y las convierten en fortines burocráticos?
Esto es cogobernar. Eso es diferente de entregar todo como lanzando huesos a ver quién los digiere. Si el día de mañana hay una persona que no funciona, va para fuera. Cuando fui gobernador del Tolima (2001-2003), cogoberné con todas las personas que quisieron gobernar. Esto es sobre compromisos políticos y responsabilidades, para que mañana no pase lo que siempre ha resultado acá: termina mal una administración y todo el mundo le saca el cuerpo: nadie conoció a Samuel Moreno, nadie lo visitó... y si le va bien, entonces todo el mundo saca pecho.
¿Qué piensa de la posibilidad de que el Procurador suspenda o destituya a Petro?
Estamos convencidos de que el Procurador va a actuar en derecho y el Alcalde va a poder seguir administrando. Por otro lado, no va a haber revocatoria porque vamos a salir a la calle a decirle a la gente qué es lo que estamos haciendo.
¿Es decir, usted sí confía en el Procurador, a diferencia de otros progresistas?
Uno puede tener dudas con el Procurador, y está el caso concreto del exsecretario de Gobierno Guillermo Asprilla. Parmenio Cuéllar, exministro de Justicia, me dijo que no encontraba razón para que a Asprilla lo hubieran destituido e inhabilitado para ejercer cargos públicos (por 12 años). El Procurador debe ser probo y debe entender que la decisión que tome debe ser en derecho y que, además, está de por medio el progreso de Bogotá. Aquí no puede haber ninguna injerencia de tipo político.
¿Pero usted confía en él?
Por las actuaciones que le vi en Santander, y yo viví muchos años en Bucaramanga, debo decirles una cosa: cuando nadie era capaz de desenmascarar el paramilitarismo agobiante, creado por las mismas fuerzas estatales en el Magdalena Medio, Ordóñez actúo contundentemente en la masacre de La Rochela (12 funcionarios judiciales murieron asesinados en 1989 a manos de los paramilitares en una carretera de Simacota, Santander). Fue él quien logró demostrar cómo había sido ese acto, cuando era magistrado en Santander. Eso que él hizo, y tengo que sacarlo a flote, fue fundamental. Por eso, espero que ahora actúe con esa misma rectitud que le he visto en otros casos.
Entonces, ¿por qué tanta prevención en el círculo de Petro?
Hay prevención porque, infortunadamente, el abogado del Alcalde ha dicho que no se le dio la oportunidad de recibir toda la información necesaria del caso y así poder lograr responder y presentar una versión libre (por parte del Alcalde).
Si Petro llega a ser suspendido, ¿a usted le gustaría reemplazarlo?
Esa es una pregunta que uno tendría que hacerse. Pero les digo una cosa con claridad: el proyecto político de nosotros es llevar a Gustavo Petro a la Presidencia, y yo estoy aquí para colaborarle para que sea presidente. Soy creyente de que Petro debe tener la oportunidad para gobernar a Colombia. Si él llegara a ser suspendido o destituido, el proyecto progresista queda herido de muerte, y eso no es bueno para esta sociedad. Creo que Petro es muy valioso para la democracia. Es una persona que lleva más de 20 años luchando dentro de la democracia, no por fuera de ella, haciendo una lucha por un mejor país, con entereza y valor civil como ningún otro. El proyecto progresista pasa por Petro presidente. Entonces no me acaben con ese sueño antes de tiempo. ¿Por qué Bogotá eligió a Garzón, a Mockus, a Petro? Porque afortunadamente esta ciudad es la isla que queda y en donde hay unos conceptos democráticos muy diferentes, donde está empoderada la clase trabajadora que defiende sus conquistas, la clase humilde y un estrato alto que es pensante y tiene su libre opinión. Eso es lo que no ha entendido la pequeña burguesía bogotana: que ya no son ellos los que manejan, como a una recua de mulas, como a una recua de bueyes, a la gente de Bogotá. Mientras el país cayó en manos de la ortodoxia, los monseñores de civil y de la dictadura de Uribe, esta ciudad no la pudo ni la podrá manejar una política retardataria y conservadora.
Hay tres proyectos claves en trámite en el Concejo: valorización, cupo de endeudamiento y Plan de Ordenamiento Territorial (POT). ¿Cómo ve estas iniciativas?
La valorización es un tema complejo, pues ha habido un aumento fuerte en el predial; y si a eso le suman el cobro de la valorización, pues la gente comienza a tener inquietudes. Al Alcalde lo han responsabilizado de esto y él no tiene que ver con la valorización ni con los temas del avalúo catastral. En el Concejo debe haber un acuerdo para ver qué obras quedan por valorización, y cuántas a través del cupo de endeudamiento.
Es decir, una fórmula intermedia...
El Alcalde ha dicho que estaría de acuerdo con que una parte pueda ir por valorización y otra por cupo. Lo menos dañino y lo más beneficioso para la ciudad.
¿Usted será ‘Guillermo el conciliador’?
Aspiro a que Bogotá no vaya a terminar en una ciudad que ha perdido un tiempo valioso, venimos de un retraso muy grande y no podemos ser las mulas muertas en el camino para impedir el progreso y el desarrollo.
Tiene discurso de candidato a la alcaldía. ¿Quisiera ser alcalde?
Tengo un adagio popular: no ensillemos antes de traer las bestias. Hoy tenemos mucho por hacer, y si no logramos mostrarle al país –y a Bogotá en especial– que fuimos capaces de hacer algo por la ciudad, no hay esperanza para ningún miembro del progresismo de poder aspirar a una alcaldía o una gobernación o a la Presidencia.
REDACCIÓN BOGOTÁ