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Juicio por supuesto grupo terrorista apoyado por la Otan Juicio por supuesto grupo terrorista apoyado por la Otan Por: IDAFE MARTÍN PÉREZ | 8:11 p.m. | 27 de Abril del 2013 Red habría puesto bombas en los 80 para evitar ascenso de partidos izquierdistas. Luxemburgo sufrió 20 atentados terroristas de 1984 a 1986 que nunca se aclararon. Casi 30 años después, la Justicia luxemburguesa busca iluminar zonas de sombra de esos episodios, que podrían haber sido cometidos por una organización terrorista creada de forma secreta en el seno de la Otan. En Luxemburgo lo llaman “el juicio del siglo” o el juicio ‘Bommeleeër’ (colocador de bombas). En esos años, policías y miembros de servicios secretos habrían colocado las bombas que mataron a decenas de personas. Un testigo, el historiador alemán Andreas Kramer, renovó hace dos semanas con su testimonio las sospechas de que la Otan y varios países serían los principales responsables de los atentados. Kramer aseguró a los jueces que su padre, Johannes Kramer, fallecido el año pasado y entonces miembro del servicio secreto alemán, puso 18 de aquellas bombas. Según el testimonio de este historiador, su padre habría coordinado con el entonces jefe de los servicios secretos luxemburgueses, Charles Hoffmann, las actividades de una red terrorista que sembró pánico en varios países europeos en los años 80. En 1990 el exprimer ministro italiano, Giulio Andreotti, reconoció su existencia y dijo que se le llamó ‘Gladio’. Según Kramer, los atentados –a organismos oficiales y redes energéticas– fueron ejecutados por 40 personas –una decena de luxemburgueses entre ellos–, coordinados por los servicios secretos alemanes y británicos. Las operaciones de la red la conocían los servicios de inteligencia de Bélgica, Estados Unidos, Luxemburgo, Alemania y Reino Unido. La red, además, sería responsable de la bomba que en 1980 mató a 13 personas en la celebración del Oktoberfest en Múnich y de una serie de atentados entre 1983 y 1985 en Bélgica. La extrema derecha belga, en coordinación con sus servicios secretos y militares estadounidenses de la base militar de Vielsalm, habrían facilitado explosivos y armas a un grupo que, controlado por la esta red, reivindicaba los atentados a nombre de unas supuestas Células Comunistas Combatientes, que en realidad no existían. La Otan habría bautizado a aquella organización terrorista con el nombre de Stay Behind, con la idea de tener grupos de saboteadores por media Europa y preparados para atacar a las fuerzas soviéticas si algún día los países del Pacto de Varsovia invadían a Europa occidental. En la práctica, la red terrorista (“un servicio secreto dentro del servicio secreto”, según Kramer) generaba tensión en Europa occidental para impedir la llegada al poder de partidos de izquierda. El Senado italiano publicó el año 2000 un informe que decía que “las masacres, bombas y acciones militares fueron organizadas o apoyadas, por hombres dentro de las instituciones del Estado italiano y, como se descubrió recientemente, por hombres vinculados a estructuras de la inteligencia de EE. UU.” Testigos de primera línea El primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker, el expremier y expresidente de la Comisión Europea Jacques Santer y los príncipes Guillermo y Juan testificarán en el juicio. Kramer dijo que la red terrorista sigue activa y aliada con movimientos neonazi alemanes. IDAFE MARTÍN PÉREZ PARA EL TIEMPO BRUSELAS |
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