y hablo el sapo: Escándalo por la filtración que hizo Uribe

Siempre consideré a Uribe como un tipo medianamente inteligente, pese a lo corrupto y lo inepto, pero de todas formas poseedor de cierta inteligencia que aprovechaba para sacarle partido a su ascendencia sobre las masas, pero de un tiempo acá, no sé si la ceguera por el poder perdido, su inmenso ego herido o su fundamentalismo medieval no lo dejan ver más allá de lo inmediato.

Una cosa es no estar de acuerdo con algo, controvertirlo con ideas, restarle piso con argumentos o investigaciones, pero muy diferente jugar a la puñalada trapera, comprometiendo vidas humanas. Aquí la irresponsabilidad se convierte en delito y él que se autodenomina como defensor de la Patria se convierte con estos hechos deleznables en un traidor manifiesto.

En un país donde el fanatismo ha causado más muertes de las que se tenga memoria, poner en peligro la integridad de soldados, personal de una entidad humanitaria internacional que ha puesto sus buenos oficios para llevar a cabo las tareas encomendadas, y los mismos guerrilleros que, a pesar de sus crímenes también son seres humanos, muestra hasta qué punto Uribe se está convirtiendo en un sujeto peligroso que por esta acción en contra de la Cruz Roja Internacional, tipifica un claro crimen de guerra tipificado en los Convenios de Ginebra.

El fanatismo de un sujeto tan corto de mente lo puede llevar, de seguir como va, a los estrados internacionales.