Himno de Colombia el sexto más feo del mundo

por Heráclito

Desde que uno se desprende de la teta de la mamá, lo primero que aprende es que nuestro himno nacional es el segundo más bello del mundo, después de "La Marsellesa". Luego aprendemos otras cosas, que Colombia es "el mejor vividero del mundo", que tenemos las mujeres más bellas, que como nuestro café no hay otro, que los tamales y los sancochos les encantan a los turistas porque son los más ricos... pero luego, cuando uno se asoma al mundo se da cuenta que estas son mentiras piadosas que alguien se inventó para inflar corazones porque al fin y al cabo "Colombia no solo es pasión", sino también un catálogo de pajazos mentales.

Claro que esto no es propio de Colombia. Cada país tiene las suyas y por eso viven felices y comen perdices hasta que atraviesan las fronteras y a veces ni eso porque así les esté yendo bien no viven sino suspirando con regresar a la tierrita sin importar que sea un moridero. Pero eso es harina de otro costal. En lo que se refiere al himno nacional -a su música porque su letra es un esperpento- nada mejor que acudir a oídos neutrales para saber si en verdad es tan bonito como dicen y por qué "La Marsellesa" nos gana desde que tenemos noticia. Una encuesta del diario The Telegraph nos da la respuesta. A la pregunta de cuál es el himno más feo de cuantos se escucharon en los pasados juegos olímpicos de Londres, los lectores dieron su voto inapelable. El de Colombia es el sexto más feo entre los 205 países que concursaron.

Gracias a Dios que hubo cinco que nos salvaron de quedarnos con el farolito. Los más malucos fueron los de Argelia, España, Grecia, Uruguay y Corea del Norte. En otras palabras, 199 himnos nos quedaron por encima. Para fortuna nuestra y de los oídos de los jurados sólo se escuchó una vez cuando nuestra hermosa Mariana Pajón ganó su medalla de oro. Y aunque se nos hizo un nudo en la garganta y esas notas del maestro Oreste Sindici (su nombre me lo aprendí en la primaria) nos parecieron las más bellas del planeta, no lo son tanto, pero como al patito feo a la larga no nos importa, porque siempre que suene pasaremos saliva, se nos meterá un mugre en el ojo y diremos "como Colombia no hay dos".

(Y qué tal que hubiera otra. El mundo no lo aguantaría) :)