La duda que había sobre su regreso al Congreso era su fuero presidencial. Pero ya se aclaró que la elección como senador no lo afecta ya que sus actos como presidente seguirán cobijados por el fuero, lo que indica que la Comisión de Acusaciones seguirá siendo su juez natural en la etapa de la investigación pir hechos cometidos durante su administración.

Aclarado este punto, lo que se sabe es ya es una decisión tomada y es bueno para la democracia que la extrema derecha tenga su líder proponiendo cosas al país, como también que tenga asiento la extrema izquierda. Es en el Congreso donde se defienden las ideas y no con las armas.

Ni paramilitares ni guerrilla, democracia es lo que necesitamos.

Por favor, no desvíen el tema. Se habla es de que llegue al Senado, un escenario político en el que podría defender sus ideas con proyectos de ley que busque beneficiar el país desde su particular punto de vista, en vez de aventuras paramilitaristas.

Qué bueno ver al expresidente sometido al imperio de la ley, presentando juicioso sus propuestas, permitiendo que se debatan de cara al país. El parlamento es eso, la reunión de todas las vertientes políticas, incluyendo la extrema derecha del Puro Centro Democrático y la extrema izquierda de la Marcha Patriótica.

Como dijo alguna vez Darío Echandía: "Es mejor echar lengua que bala".