La situación en Israel no es tan simple como se piensa: Todos los iraelíes son malor, todos quieren la guerra, luego sólo es cuestión de tiempo para que estalle el conflicto y se prenda la región.

Quizás, cuando el líder de la derecha israelí, Benjamin Netanyahu, gobernaba solo con su partido, una guerra contra Irán tenía probabilidades preocupantes, pero ante la posibilidad de perder el poder en las elecciones anticipadas del 4 de septiembre, hizo una alianza con el principal partido opositor (Kadima) lo que dio como resultado la cancelación de las elecciones.

El líder de Kadima, Shaul Mofaz que a partir del 8 de mayo pasado entró a formar parte del gobierno, se opone a una guerra con Irán, por lo que, en este momento se descarta por completo, por lo menos hasta octubre de 2013 que es cuando finaliza su mandato el actual gobierno.

Obvio que esta coalición molestó mucho a la izquierda israelí representada por el partido Meretz, cuyo líder, Zehava Galon, calificó esta alianza como un "truco asqueroso" y de ahí que de cuando en cuando se manifieste su partido contra la política de Netanyahu, y grupos de "indignados" hagan lo propio, solos o aliados con Meretz.

Esto indica que salvo una situación extraordinaria, no va a haber guerra con Irán.