Ruth Stella Correa Palacio, nueva ministra de Justicia

Bueno, en este caso meto la cucharada para decir algunas cosas desde mi punto de vista respecto de estos dos funcionarios.

Sobre Eduardo Montealegre, y de eso se darán cuenta ustedes a medida que avance su gestión, es un fiscal de lujo, experto en derecho penal, y con él al frente la fiscalía va a ser más eficiente y pulcra. Un ejemplo: el famoso diario de "chupeta" que tanto Mario Iguarán como Guillermo Mendoza y Vivianne Morales "engavetaron" sale ahora a la luz pública y se inicia en la fiscalía una vigorosa investigación de todos los nombrados. Pese a que van a pisarse muchos callos en la cúpula militar, Eduardo Montealegre se la va a jugar toda para que se destape este nido de corrupción.

Respecto al saliente ministro de justicia es un buen profesional que en el ejercicio del derecho ha brillado, pero que, infortunadamente, no sabe manejar los hilos de la política porque nunca ha estado metido en ella y menos con las fieras del Congreso. Si algo ha de reprochársele es su ingenuidad, producto de su inexperiencia, pero hay que reconocerle su actitud responsable al renunciar, el único que puso la cara y reconoció sus errores. Mientras todos le echan la culpa al vecino, Esguerra asumió sus consecuencias pese a que bien hubiera podido pasar de agache y echarle el agua sucia a la comisión de conciliación. Es un hombre honesto que confió en los deshonestos. De todo tiene menos de bufón.

Sobre el caso de sigifredo López, una cosa es lo que opinamos los que vemos el caso desde los titulares de prensa y otra bien diferente el investigador que tiene en sus manos el recaudo probatorio. Con conocimiento de causa sé que el fiscal Montealegre es uno de los mejores abogados penalistas del país y sé también que a él lo mueve es la aplicación del derecho y no consideraciones políticas. Confío plenamente en su criterio.

Respecto a lo de los parlamentarios le fueron a consultar si acudir a las sesiones extras los llevaría a cometer el delito de prevaricato y les dijo que no, que no se estructuraba este delito y que podían asistir sin temor alguno porque los cobijaba la inmunidad parlamentaria. Esta interpretación la hizo como jurista y de acuerdo con la ley vigente.

Respecto a lo de Saludcoop la asesoría la hizo como abogado, porque eso es él, abogado y sólo estaba trabajando en su profesión. Diferente sería el caso si como fiscal favoreciera a algunos clientes suyos. Y en lo atinente a su cercanía a Uribe, hasta ahora ha demostrado independencia, es decir, no se conoce, o al menos no conozco yo que en algún proceso de la fiscalía se esté favoreciendo al ex presidente o a alguno de sus amigos.

Me puse a hablar de otras cosas y no me referí a la nueva Ministra de Justicia. De ella sólo hay buenos comentarios tanto sobre su profesionalismo como sobre su conocimiento del derecho. Es claro que su nombramiento obedece al cumplimiento de la ley de cuotas dentro del gabinete ya que faltaban mujeres en él. También es un mensaje que manda el presidente sobre el gabinete demasiado bogotano que tiene y por ello nombra a una pereirana que, además es egresada de una universidad que no es cercana al poder.

Sólo hay un pero más grande que una catedral. El ministro de justicia es el enlace entre el Presidente y los otros poderes en los temas de la justicia. Si bien con la Rama Judicial es un interlocutor válido ya que es una profesional formada allí, respecto al Congreso su carencia de experiencia política le pueden jugar una mala pasada como le pasó a Esguerra. Hay que tener las espuelas bien afiladas para tratar con los padres de la Patria y ojalá tenga el coraje y la habilidad suficientes para moverse en este sinuoso terreno de apetitos y trampas.